Urkullu abraza la memoria histórica
El lehendakari asume el protagonismo en un área que desgajó de Presidencia, impulsado por el 85 aniversario del 37 y la guerra en Ucrania
Solo este fin de semana, en la agenda del lehendakari Urkullu hay marcados dos actos de homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon al ... lado de la República en la Guerra Civil. Uno ayer en Bermeo, en el que se recordó a los combatientes enrolados en la marina durante la contienda, entre ellos el superviviente Juan Azkarate, que celebró su centenario rodeado de autoridades. Otro hoy en Artxanda, donde se conmemorará el 85 aniversario de la defensa de Bilbao y se honrará a los caídos en el frente, entre ellos a aquellos cuyos restos han sido hallados recientemente en la fosa común del cementerio de Begoña.
Podía ser casualidad, pero no lo es. En las últimas semanas, y en las que están por venir, el protagonismo del jefe del Ejecutivo de Vitoria en actos que recuperan la memoria histórica se ha multiplicado exponencialmente y también sus llamamientos, como el de ayer, a cumplir con el «deber institucional y social, político y ético» de «restituir la verdad de quienes sufrieron una guerra injusta». Varias son las razones que lo explican, abundan sus colaboradores, además de su «compromiso personal» con la «dignidad» de las víctimas del franquismo.
Unas son de índole estrictamente histórica, otras más coyunturales, pero todas ellas han convergido para que exhumaciones y actos de desagravio -que hasta hace poco solía delegar en su vicelehendakari Josu Erkoreka- se hayan convertido en uno de los ejes centrales de la acción institucional de Urkullu en un área que él mismo decidió desgajar de Lehendakaritza para integrarla en el macrodepartamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales que dirige Beatriz Artolazabal. La disolución de ETA llevó a Urkullu a volcar la labor de Presidencia en áreas de futuro como la innovación, la internacionalización o la agenda 2030.
Encabeza homenajes y exhumaciones y defendió la ley para resarcir a las víctimas del franquismo
agenda intensa
Entre las razones que miran estrictamente al calendario está la conmemoración de una fecha redonda, el 85 aniversario de los hechos históricos acaecidos en el 37, entre ellos el bombardeo de Gernika, la ruptura del cinturón de hierro o la última reunión del Gobierno vasco del lehendakari Aguirre, el 30 de junio de ese año, antes de partir al exilio. De hecho, el lehendakari trasladará la reunión más cercana del Consejo de Gobierno, la del próximo día 28, al palacio La Puente de Trucíos, una antigua casa de indianos donde el Ejecutivo de Aguirre hizo público el célebre manifiesto que proclamaba que «el territorio habrá sido conquistado pero el alma del pueblo vasco no».
Otra efeméride, la de la caída de Bilbao, centrará el acto que ha organizado Gogora hoy en Artxanda. El pasado domingo, el cuadrante de actos del lehendakari también miraba al 37. El presidente vasco entregó personalmente a la alcaldesa de Gamiz-Fika los restos de un combatiente no identificado que fueron hallados en una exhumación en 2019 con un discurso en el que defendió la «causa justa» de la democracia. Solo cuatro días después, Urkullu, ante la ausencia por enfermedad de Artolazabal, decidió defender personalmente la ley vasca de Memoria Histórica en el Parlamento, aunque podía no haberlo hecho, en el trámite de totalidad.
El Consejo de Gobierno se trasladará el día 28 a Trucíos para recordar la partida de Aguirre al exilio
efeméride
Noches en la trinchera
A nadie se le escapa, y así lo reconocen en su entorno, que el fuerte impacto que la invasión rusa de Ucrania ha tenido en la opinión pública ha dado alas también a los discursos de repudio a la guerra, en el tono retórico y hasta épico al que se ha abonado el lehendakari, que ha evocado desde las noches estrelladas en las trincheras hasta los bacaladeros que tuvieron que hacer frente con armas improvisadas a Franco. Ya en marzo pasado, Urkullu aprovechó un homenaje a los fusilados en Euskadi entre 1936 y 1945 para agradecer a la generación que sufrió la Guerra Civil que «nos enseñara que luchar en el frente defendiendo la libertad contra la agresión fascista es compatible con una visión humanista». Tras la mención de Zelenski a Gernika, el lehendakari y el PNV reactivaron su mensaje de que España debe pedir perdón por el ataque de la aviación nazi a la villa foral.
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