'Txapote' y un centenar de expresos de ETA cargan contra 'Kubati' por pactar con la Fiscalía

Entre los firmantes hay rostros muy conocidos de la disidencia, el ala más dura entre los reclusos de la banda, como Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', e Irantzu Gallastegi. También figura Orkatz Gallastegi, cuñado de 'Txapote', quien se ha mostrado crítico con la línea seguida por Bildu y Sortu en numerosas ocasiones. Hasta ahora este colectivo se mostraba contraria a la línea oficial de la izquierda abertzale, pero es la primera vez que carga de forma abierta contra exreclusos de ETA.

«Criminaliza la lucha y es un retroceso en el camino hacia la liberación de Euskal Herria», puede leerse en el documento. También consideran que «no pueden entenderse como medidas jurídicas triviales -el acuerdo judicial-, ya que gracias a ellas los estados continúan negando la legitimidad de la lucha de liberación que de Euskal Herria». A su juicio, estos pasos se presentan como «el camino hacia la paz, pero implican la criminalización de la lucha».

'Kubati' reconoció en el acuerdo su «responsabilidad» en la organización de 120 'ongi etorris' entre los años 2016 y 2020. El exmiembro de ETA admitió que «generaron dolor y suponen una humillación para las víctimas del terrorismo» como parte del acuerdo con la Fiscalía. Además de 'Kubati', los otros cinco procesados eran históricos de la izquierda abertzale y de la propia organización terrorista: Oihana Garmendia, Carlos Saez de Egilaz, Felipe San Epifanio San Pedro, Haimar Altuna y Oihana San Vicente. Los dos últimos son miembros de la actual dirección de Sortu.

El fiscal Carlos Berro señaló que «entre 2016 y 2020, 'Kalera Kalera' estaba dirigida por los acusados y organizó de forma reiterada y sistemática 'ongi etorris' y otros homenajes a miembros de ETA en el momento de su excarcelación, del regreso a España o de su fallecimiento». Para el Ministerio Público, «el contenido laudatorio de esos actos produjo una constante humillación a las víctimas y un impacto psicológico negativo». También derivó en «un sentimiento de abandono muy elevado, especialmente entre quienes residían en el País Vasco».

'Kubati' y el resto de procesados optaron al final por llegar a un acuerdo de conformidad con la propia Fiscalía y las acusaciones -ejercidas por la AVT, Dignidad y Justicia y el PP-, un documento que se basa en el reconocimiento de su participación en los hechos. Tras este acuerdo han sido finalmente condenados en sentencia firme a un año y medio de prisión por el delito de constitución y dirección de organización criminal, a seis meses por el delito continuado de humillación a las víctimas del terrorismo y enaltecimiento y a 1.800 euros de multa. El pacto implica la suspensión condicional de la ejecución de la pena de prisión por haber reconocido los hechos.