

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ni Carles Puigdemont ni Podemos. El gran quebradero de cabeza de Pedro Sánchez en el proyecto presupuestario de 2025 se llama Donald Trump. Todavía no ... ha llegado a la Casa Blanca y el futuro presidente de Estados Unidos ya está poniendo patas arriba el orden mundial establecido por Joe Biden en una era que toca a su fin. Toca gastar en Defensa. Y mucho. Muchísimo. Si Europa quiere que 'papá Estados Unidos' siga defendiéndola no queda otra que tirar de chequera. Si el objetivo actual de los 32 países que conforman la Alianza Atlántica es que se destine a este cometido un 2% del PIB anual, Trump, como acaba de desvelar 'Financial Times', exigirá elevar este porcentaje hasta el 5%. Conclusión: Sánchez tiene un grave problema ya que España, en la actualidad, apenas destina el 1,3% y tiene el dudoso honor de ser el farolillo rojo de la clasificación.
Cuando uno forma parte de un selecto club, como puede ser la Unión Europea o en este caso la OTAN, siempre corre el riesgo de que salir reforzado o, por contra, quedar retratado por el temido efecto comparación. Ahí está, por ejemplo, la reciente publicación de 'The Economist', colocando a la España de Pedro Sánchez como la economía desarrollada más destacada a nivel mundial.
Pero en defensa, sin embargo, el escenario es radicalmente diferente. España, la cuarta potencia de la UE y del euro, es el aliado que menos dinero destina a este área. En total, según los últimos datos publicados por la OTAN a mediados de año, un 1,28% del PIB. Le siguen en el furgón de cola Eslovenia y Luxemburgo (1,29%), Bélgica (1,30%), Canadá (1,37%), Italia (1,49%), Portugal (1,55) y Croacia (1,81%).
Este porcentaje del 1,28% del Producto Interior Bruto se traduce en unos 16.000 millones anuales. Dicho de otro modo. Si España quiere satisfacer los deseos del futuro 'jefe del mundo occidental', deberá cuadruplicar este dinero, hasta alcanzar los 60.000 millones. Un escenario a todas luces insostenible a día de hoy por varios motivos. Primero, por la vigente estructura presupuestaria, muy encorsetada y con poco margen de maniobra por todos los compromisos adquiridos. Y segundo, porque los aliados del Gobierno de coalición formado por PSOE y Sumar, es decir, Esquerra, EH Bildu o Podemos, jamás van a aceptar que se dé un giro de esta magnitud.
Según datos de la OTAN, España invertirá, en términos absolutos, 15.958 millones de euros en 2024, por encima de los 14.597 del año pasado. De esta suma, el Ministerio de Defensa destina el 43,9% al personal, el 23,1% a operaciones y el 2,7% a infraestructura. La ministra, Margarita Robles, y el propio presidente siempre han contrarrestado las críticas por ser de los más rezagados respecto al gasto militar aludiendo que España es uno de los países que más contribuyen a las misiones internacionales de la organización.
Más allá del relato de autodefensa, la realidad es que el Gobierno de Sánchez afronta un complejo problema presupuestario en este mandato por la enorme presión que recibirá de la OTAN. Porque ya no sólo se trata de elevar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB como ya está comprometido, es que el nuevo secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, ya ha comenzado a advertir que hay que elevar el listón hasta el 3% del PIB en la cumbre que se celebrará a mediados de 2025 porque «debemos tener una mentalidad de guerra» para afrontar todos los desafíos internacionales.
Es verdad que no hay que llegar a estos objetivos de un año a otro, pero no menos cierto es que cada año hay que dar un salto cualitativo. Y es que sólo para llegar al 3% del PIB del que habla Rutte, España deberá destinar cerca de 20.000 millones más cada año, más del doble que en la actualidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.