La negociación entre Sumar y Podemos en Euskadi se «enfría» tras la ruptura en Galicia
La plataforma de Díaz reivindica su posición «principal» para elegir la candidata, pero aún no plantea alternativa a Miren Gorrotxategi
La negociación entre Sumar y Podemos para concurrir en coalición a las elecciones vascas de primavera se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos ... con una meta incierta. La voluntad de todos los actores –incluidos también Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo– no parece suficiente ante las complicaciones que se están presentando en el camino justo ahora que se encara el esprint final. La última es la ruptura entre las dos fuerzas principales en Galicia, donde la militancia morada ha rechazado el preacuerdo alcanzado por la dirección para presentarse juntos. Un giro en la hoja de ruta que, de forma colateral, ha «enfriado» el proceso en Euskadi.
Hace ya meses que las cuatro formaciones mantienen conversaciones discretas con el objetivo de que el espacio no nacionalista a la izquierda del PSE-EE se presente una sola papeleta a las autonómicas, que previsiblemente se celebrarán en abril. La fumata blanca, en cambio, sigue sin llegar mientras el resto de partidos ya han lanzando a sus candidatos. A favor de la unión juegan, paradójicamente, las bajas expectativas electorales, ya que dividir el voto entre más de una candidatura podría dejarles fuera del Parlamento vasco a todos. En caso de ir en coalición, las últimas encuestas les vaticinan tres escaños, la mitad de los que Elkarrekin Podemos-IU cosechó en las elecciones de 2020.
En contra, en cambio, juegan las malas relaciones entre las dos principales organizaciones, sobre todo a nivel nacional, que se dejan notar en Euskadi. A principios de diciembre, la marcha de Podemos al Grupo Mixto en el Congreso sacudió el tablero. Los morados, liderados aquí por Pilar Garrido, exigieron entonces «plena autonomía» a Sumar para que no se repitiera la fórmula fallida en Madrid, mientras que los de Yolanda Diaz, con Lander Martínez como referente de su marca vasca, interpretaron que ganaban fuerza en la negociación. Ahí ya cambiaron los términos, pero ahora vuelven a hacerlo tras el divorcio en Galicia, donde cada uno presentará una lista independiente de cara a la cita con las urnas del 18 de febrero.
«Es verdad que el devenir en Galicia enfría ciertos elementos de las negociaciones y nos hace rehacer algunos de ellos», ha reconocido este martes Martínez en una entrevista en RNE. El líder de Sumar Mugimendua sigue apostando por una confluencia «porque entendemos que lo mejor para el espacio progresista en Euskadi es que haya una única candidatura amplia». Sin embargo, ha añadido que ese acuerdo debería recoger «garantías de quienes lo suscriben» para evitar rupturas. No hay que olvidar que en Galicia ya se había alcanzado un preacuerdo, pero fueron las bases moradas quienes lo rechazaron tras una campaña contraria orquestada por Pablo Iglesias. En Euskadi, cualquier entendimiento deberá ser consultado también a la militancia y no se descartan movimientos similares.
Sin otra propuesta
El poco halagüeño precedente gallego se suma ahora a las complicaciones que ya de por sí arrastraba el proceso vasco. El principal, el que condiciona toda la negociación, es el equilibrio de fuerzas. Podemos aspira a retener el control del espacio que viene liderando en la última década, mientras Sumar se erige en «fuerza tractora». Todo esto se escenifica en una de las carpetas más importantes, la elección de la figura que encabezará la eventual plancha como aspirante a lehendakari. Los morados quieren que la elegida sea Miren Gorrotxategi, quien pasará por un proceso interno de primarias. La actual portavoz parlamentaria, sin embargo, genera recelos en Sumar.
Sin ir más lejos, Martínez reivindicaba este martes la «posición principal» de su organización para ser quien proponga el nombre, tal y como ocurrió en Galicia con Marta Lois, portavoz en el Congreso y estrecha colaboradora de Díaz, antes de que se produjera la ruptura. Fuentes conocedoras de la negociación consultadas por este periódico, en cambio, revelan que Sumar Mugimendua aún no ha propuesto ninguna alternativa en la mesa, un extremo que estaría «bloqueando» el avance de las conversaciones. El único consenso en este sentido es que la candidata debería ser una mujer para contrarrestar el plantel masculinizado de los aspirantes de PNV, EH Bildu, PSE-EE y PP.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión