Los sindicatos de la Ertzaintza convocan las primeras protestas de la era Pradales

Los problemas en la Ertzaintza fueron uno de los principales dolores de muelas a los que se tuvo que enfrentar Urkullu la pasada legislatura.La irrupción de la plataforma Ertzainas en lucha sorprendió a las propias centrales e impulsó todas una serie de movilizaciones que elevaron al máximo la tensión con el Ejecutivo, en especial, con el Departamento de Seguridad liderado por Josu Erkoreka.

La llegada de Pradales a Ajuria Enea y de Bingen Zupiria a la consejería abrió una especie de tregua tácita, que se ha demostrado inestable. Ya el pasado 2 de agosto, las tres centrales comparecieron en Bilbao para avisar al nuevo Gobierno que no veían ningún avance y advertían con impulsar movilizaciones si no había cambios a la hora de afrontar la situación en el Cuerpo. Cinco meses después, las protestas se hacen realidad.

Porque aunque ya se concentraron a mediados de noviembre frente al Parlamento para denunciar «la falta de negociación», las concentraciones que tendrán lugar los días 14, 21 y 28 de enero van un paso más allá porque serán las primeras que directamente se harán delante de una sede del Gobierno con el objetivo de protestar por «la falta de palabra y compromiso de los responsables que sustentan el actual Gobierno vasco, PNV-PSE» y para que sitúen «la seguridad como eje estratégico».

La Unidad Sindical de la Policía vasca exige a jeltzales y socialistas que «cumplan su palabra y programas electorales», porque «están volviendo a demostrar que su único objetivo era volver a gobernar, volviendo a dar la espalda a los hombres y mujeres que día a día lo dan todo por la institución de la Ertzaintza y la sociedad vasca».

En un comunicado, ErNE, Esan y SiPE denuncian que «la irresponsabilidad del PNV y el PSE no poniendo la seguridad como eje estratégico de su Gobierno, vuelve a demostrar una cobardía que ningún ciudadano vasco entiende». «La falta de inversión en esta área nos ha llevado a la sociedad vasca y a los ertzainas a un clima de desmotivación y abandono», añaden los sindicatos. Por ello, exigen a jeltzales y socialistas «un esfuerzo serio y sin regateos», porque «la situación es insostenible». «Necesitamos avanzar para cerrar definitivamente este conflicto abierto desde hace una década», ha asegurado.