El Senado ratifica con amplia mayoría el blindaje del Concierto Económico

El debate del proyecto de ley en la Cámara alta, de hecho, se ha convertido en un constante ejercicio de pedagogía por parte de las formaciones que sí defienden la autonomía fiscal de Euskadi. Desde el PSOE al PP pasando por las siglas nacionalistas, incluso más allá de las vascas, todas ellas se han esforzado en recordar el encaje constitucional del Concierto Económico (también del Convenio navarro) y en explicar las peculiaridades de un sistema que, si bien concede manos libres en la regulación tributaria, también implica un riesgo unilateral.

«Es un sistema de salud que, a la vez que bienestar, también es riesgo. Nosotros recaudamos y gestionamos nuestros servicios públicos. Y si no da, tenemos que ser consecuentes y reducirlos», ha argumentado el socialista Alfonso Gil. También el PP, últimamente crítico con las transferencias firmadas entre los gobiernos central y vasco, se ha sumado a la defensa. La senadora Ana Beltrán ha querido «dejar claro» que el Concierto «no constituye un agravio comparativo con ningún otro territorio de España». «Aquí nadie pierde», ha remachado.

Entre los grupos nacionalistas, el PNV ha reivindicado su trabajo en el Gobierno vasco y en las tres diputaciones forales, responsables de la gestión de los tributos. María Dolores Etxano ha recordado que el Concierto Económico es «un instrumento clave del autogobierno», mientras que Gorka Elejabarrieta (EH Bildu) lo ha incluido entre los «derechos históricos» de Euskadi al mismo tiempo que se ha comprometido a «seguir trabajando para alcanzar cotas de soberanía nacional mayores». Uxue Barkos (Geroa Bai), por su parte, ha desdeñado las críticas por supuesta insolidaridad.

Incluso Francesc Ten (Junts) ha querido que el diario de sesiones recogiera su «total apoyo» a la modificación legal, aunque lo cierto es que ha aprovechado su turno más bien para denunciar el «déficit fiscal» de Cataluña. Al otro lado, únicamente Vox ha mostrado su rechazo de plano e incluso presentó una enmienda a la totalidad. Según su senadora Paloma Gómez, la medida es «una nueva batería de regalos fiscales para el País Vasco» que generaría desigualdad en comparación con el resto de las comunidades.

En términos prácticos, lo que ha ratificado el Senado es el cambio legal que permite la concertación de nuevos impuestos (banca, multinacionales y líquidos de los cigarrillos electrónicos y otros productos de tabaco), el diferimiento del pago del IVA para las importadoras en Euskadi (a partir de ahora no tendrán que adelantar el pago en la Aduana, sino que podrán incluirlo en sus declaraciones ordinarias ante Hacienda) y mayor autonomía normativa para las tres haciendas forales vascas en un total de 14 impuestos, con especial relevancia en el caso del IVA.