La independencia supera el 50% de los votos
El PSC gana en el litoral mediterráneo y las grandes urbes, donde Cs arrasó en 2017, mientras que ERC y JxCat vencen en las comarcas del interior
En las elecciones de diciembre de 2017 Cs logró fraguar su victoria en toda la franja mediterránea de Cataluña. Desde Baix Camp -al sur, ... en Tarragona- hasta Vallès Oriental -al norte, en Barcelona-, la formación de Inés Arrimadas logró teñir de naranja todas las comarcas del litoral. Son las zonas más urbanas y pobladas de la comunidad catalana, históricamente vinculadas a la izquierda constitucionalista. Y anoche, esos territorios volvieron a confiar en el PSC y se colorearon de nuevo de rojo, salvo Baix Camp, que cayó en manos de ERC -la 'capital' de la comarca, Cambrils, confió en Salvador Illa-.
El exministro de Sanidad apoyó su victoria en votos en esas grandes zonas urbanas, como Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Badalona y Sabadell, los cinco municipios más poblados de Cataluña. Entre ellos suman más de 2,5 millones de habitantes y en la mayoría, los socialistas vencieron con porcentajes de voto superiores al 30%.
El resto de Cataluña repitió un voto masivo pro-independencia, lo que situó por vez primera al bloque soberanista por encima del 50% de los sufragios. Salvo la comarca pirenaica de Aran, que se mantuvo fiel al PSC como hace dos años, el resto del mapa autonómico fue para ERC o JxCat. Ambas formaciones trasladaron comarca por comarca su lucha fratricida por liderar el bando independentista. De esta manera y a grandes rasgos, el partido de Oriol Junqueras sumó en la parte oeste y sur de la comunidad, mientras que el liderado por Carles Puigdemont logró la mayoría en el centro y norte de la autonomía.
La suma de estas dos formaciones, más la CUP, arroja un triunfo histórico de las tesis soberanistas, que de alcanzar un consenso podrán poner sobre la mesa su mayoría absoluta a lo largo de la próxima legislatura. Al cierre de esta edición y a falta del recuento de las últimas urnas, el PDeCAT había sumado algo más de 75.000 votos, insuficientes lograr representación parlamentaria.
Un municipio para Vox
Más allá del PSC, los partidos no independentistas no lograron ser la fuerza mayoritaria en ningún municipio de Cataluña, salvo uno. Con el 98% del escrutinio, Vox consiguió ser el partido más votado en Vilamalla, una localidad del Alto Ampurdán a las afueras de Figueras de poco más de 1.100 habitantes. Allí, los de Santiago Abascal sumaron el 22% de los sufragios, por delante de JxCat y ERC.
Ni Cs, que en 2017 arrasó en un número considerable de municipios, ni el PP lograron auparse en ninguna localidad. Los populares ni tan siquiera fueron capaces de evitar el 'sorpasso' de Vox en Badalona, ciudad que gobiernan con Xavier García Albiol como alcalde. Fueron la séptima formación en número de votos, sólo por delante de la Cup y PDeCAT.
Por provincias, el PSC logró una de cada cuatro papeletas en la circunscripción de Barcelona y 23 escaños; JxCat ganó en Girona con más del 30% de los sufragios; en Tarragona la formación hegemónica fue ERC con el 24% de los sufragios; y en Lleida los de Puigdemont adelantaron por la mínima a los de Junqueras (28% frente al 26% de los sufragios.
En el caso de Barcelona capital, el PSC logró algo más del 23% de los votos, muy distanciado de En Comú Podem de la actual alcaldesa, Ada Colau, lo que abre de lleno la carrera electoral en las municipales de 2023.
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