«No voy a renunciar a mis espacios de libertad, antes no podía ni bajar la basura»

- ¿Es la primera vez que sufre un ataque de estas características?

- Personalmente, sí. Mi familia, no. Hace algunos años mi marido (Alfonso Gil, teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Bilbao) recibía esquelas. Fueron dos, nos las metían en el buzón cuando ETA mataba.

- ¿Reaparecen miedos o viejos fantasmas tras lo ocurrido en el portal de su domicilio?

- Cuando bajé de casa y lo vi anoche (por el martes), claro. Todos tenemos un pasado y vuelven muchas imágenes a la cabeza. De atentados, de compañeros... crees que tienes todo eso más olvidado, pero no.

- Con el final de ETA la clase política vasca ha dejado atrás años de escoltas y ha comenzado a relajarse y a mostrar parte de su intimidad sin tantas precauciones. No era difícil saber la zona en la que usted vive. ¿Estas cosas hacen que se replantee el tema de la seguridad otra vez?

- La gente me ve en la carnicería, en el supermercado y paseando a mi perra, y voy a seguir haciéndolo. No voy a renunciar a esos pequeños espacios de libertad cotidianos que hemos conquistado con tanto esfuerzo durante años y años. Antes no podía ni bajar la basura. Lo que se debe esperar es que hechos como el de mi portal no se repitan, y para eso es importante que no encuentren eco en ninguna fuerza política vasca. Hay que expulsarlos entre todos.

- ¿Esperaban este repunte de kale borroka? ETA lleva dos años disuelta.

- Sabemos que hay un grupo de personas que no asume el final de la violencia y la derrota de ETA, y llevan unos días intentando amenazar y amedrentar pintando casas del pueblo, batzokis y sedes de Podemos. Lo que no te esperas es que den un salto cualitativo y vayan a la puerta de tu casa con la amenaza que eso supone.

- Habla de un grupo. ¿Lo vincula a la izquierda abertzale?

- Tiene que ser la izquierda abertzale la que se posicione frente a ellos. Si no son 'suyos' estaría muy bien que lo dijeran y que dejaran claro que no comparten ese proyecto y esas ideas.

- Dirigentes y exdirigentes de EH Bildu le expresaron ayer su solidaridad, pero la coalición se desmarcó de los comunicados de condena redactados en el Parlamento vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y las Juntas Generales alavesas. ¿Es suficiente?

- Se lo dije ayer a la candidata a lehendakari de EH Bildu (Maddalen Iriarte): deben ser más rotundos. Hay que ser inflexible venga de donde venga la intimidación. No voy a interpretar sus palabras, pero a estas alturas no caben mensajes medidos ni silencios.

- ¿A qué silencios se refiere? Arnaldo Otegi, por ejemplo, no se ha pronunciado sobre el ataque.

- Ha habido silencios muy elocuentes, y deberían manifestarse porque tienen una responsabilidad pública. Sería muy importante para acabar con este tipo de actos. Si los acosadores no tienen apoyo deberían percibirlo.

- Bildu cree que se le intenta «estigmatizar» al pedirle que condene el ataque a su domicilio. Dicen que con rechazarlo vale.

- No creo que fuera una estigmatización, más bien al contrario. EH Bildu es el segundo partido del Parlamento y algunos de sus integrantes han defendido que la amnistía de los presos de ETA era factible, con lo que eso alienta. Deberían ser contundentes.

- Horas después del ataque a su domicilio se producía otro a un batzoki de Vitoria. ¿Qué pasa si la escalada de violencia no cesa?

- Que habrá que seguir exigiendo a todo el mundo que haga lo que le corresponda por combatirla. El debate y el pluralismo político es la mayor riqueza de una democracia. Más en Euskadi, que ha costado tanta sangre conseguirla. Dar un paso atrás es un lujo que no podemos permitirnos.

- ¿Le inquieta más que los autores de estos ataques sean nostálgicos del terrorismo o jóvenes que ni siquiera vieron actuar a ETA?

- Ambas cosas son preocupantes. Lo primero porque parece que hay gente que se ha podido quedar en bucle, y lo segundo porque supondría un fracaso de todos. En Euskadi tenemos el deber de educar en valores y de mantener la memoria para que no se repita la misma historia.

- ¿La kale borroka puede marcar la precampaña y la campaña electoral en 2020?

- Espero que no porque tenemos encima una crisis ante la que hay que plantear ideas e ir de la mano.