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Unai Rementeria, en su escaño en la Casa de Juntas de Gernika. Ignacio Pérez
Rementeria se da de baja de ELA y ahonda la brecha entre el PNV y el sindicato

Rementeria se da de baja de ELA y ahonda la brecha entre el PNV y el sindicato

El diputado general de Bizkaia considera que la central solo busca «la confrontación permanente»

david guadilla

Lunes, 21 de octubre 2019, 10:32

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La brecha abierta entre el PNV y ELA vivió este lunes un nuevo episodio. El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, anunció que hace ya varios meses que se ha dado de baja como afiliado al considerar que la central dirigida por Mikel Lakuntza «no está en los nuevos tiempos» y solo busca «la confrontación permanente» sin intentar el diálogo. La decisión adoptada por el jefe del Ejecutivo foral tiene una profunda carga simbólica y es el último paso en una fractura cada vez más evidente y difícil de reconducir.

Las relaciones entre ambas partes hace ya tiempo que han entrado en un callejón sin salida. ELA ha querido asumir el papel de garante de la ortodoxia soberanista. No solo ha criticado las políticas del PNV y del Gobierno de Iñigo Urkullu por considerarlas «neoliberales», sino que también ha reprochado la «falta de ambición» de los jeltzales a la hora de apostar por una vía rupturista con el Estado. De hecho, su estrategia pasa desde hace años por hacer una oposición frontal al Ejecutivo vasco, e incluso ha cargado con fuerza contra EH Bildu y Podemos cuando los dos grupos de izquierdas han mostrado su disposición a negociar los Presupuestos.

El anuncio de Rementeria llega después de la última escalada de tensión a raíz de la huelga del metal. Urkullu no ha ocultado su malestar con la posición de la central, sobre todo tras los incidentes que se vivieron a principios de mes, cuando se colapsó la entrada a Bilbao. La respuesta de ELA fue acusarle de ponerse del lado «de la patronal». El choque ha derivado en concentraciones de protesta frente al Parlamento que han tenido al lehendakari como objetivo principal. Aunque ELA no es el único sindicato que asume esas convocatorias, sí es el que mantiene una actitud más beligerante.

Pero no solo en lo que se refiere a la huelga del metal. ELAtambién tuvo un papel relevante en el paro que afectó a las residencias de mayores de Bizkaia y en el de las escuelas concertadas. En el primero de los casos, además, el centro de las críticas fue la propia Diputación. En realidad, los ataques de ELA a la institución foral y a Rementeria son constantes. A finales del pasado mes de septiembre, a raíz de una modificación tributaria que beneficiaba, entre otros, a los jugadores del Athletic, la central acusó a Rementeria «de favorecer a los que más ganan».

Un conflicto permanente que ha colmado la paciencia del diputado general. En una entrevista en Radio Euskadi, afirmó que había dado un margen a la central para que entendiese la sociedad vasca de una manera «más moderna y actual». Pero que como ha comprobado que «no está en los nuevos tiempos» había optado por darse de baja. Fuentes oficiales del PNV señalaron que se trataba de una decisión «personal».

«Un obstáculo»

La guerra abierta entre la formación liderada por Andoni Ortuzar y la central viene de lejos. Sobre todo, a raíz de la llegada de Adolfo 'Txiki' Muñoz a la secretaría general de ELA y de la salida de Juan José Ibarretxe de la Lehendakaritza. La apuesta por la confrontación sindical y por la defensa de un soberanismo sin matices alejó a dos organizaciones que durante años habían mantenido una relación más o menos cordial. En especial, durante los años en los que se gestó el Acuerdo de Lizarra a finales de los noventa.

Un noviazgo que ha ido rompiéndose desde hace años. Ortuzar ha llegado a acusar a ELA de intentar «cargarse» al PNV por ser «un obstáculo a su ambición política» y diferentes cargos del partido no han ocultado su malestar por la contundencia de los ataques lanzados durante los últimos años. Los jeltzales están convencidos que la organización ahora dirigida por Lakuntza apuesta por esa estrategia de confrontación con el objetivo de buscar réditos sindicales. Y eso tiene un riesgo claro para la economía vasca. En el último Aberri Eguna Ortuzar acusó a ELA de pretender llegar «a la independencia a través de la huelga». «Con nosotros que no cuenten para organizar huelgas contra Euskadi y sus instituciones», afirmó el máximo responsable del Euzkadi buru batzar.

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