«Reformar el Estatuto requiere claridad, no eufemismos sin encaje legal»

- De hablar, habría que hablar de reforma del Estatuto. Siempre cabe una modificación para ampliar el horizonte del autogobierno, pero eso requiere claridad y honestidad para no volver a la clásica senda de eufemismos con cuestiones que no están recogidas en ningún ordenamiento jurídico.

- ¿Por qué se están demorando las transferencias pendientes?

- No voy a jugar a alimentar insatisfacciones artificiales. Si se demoran es porque los gobiernos no se ponen de acuerdo en si corresponde o en el alcance de la competencia. Pero el autogobierno vasco no se la juega ni en el traspaso de Paradores ni en el de Salvamento Marítimo, sino en una buena gestión de la Sanidad o un inteligente diagnóstico de la decadente demografía.

- ¿Da el PNV «la turra» con el euskera?

- A veces los planteamientos que hace el nacionalismo tapan los verdaderos retos de este país. Una de las cuestiones que puso de manifiesto el informe de Zedarriak es la falta de capacidad para atraer talento. Con estos ingredientes, creo que la cuestión lingüística no debería estar entre los criterios prioritarios.

- ¿El euskera es un obstáculo?

- El euskera en sí mismo, no; los planteamientos maximalistas, sí, sobre todo cuando se convierte en el principal criterio para abordar problemas complejos con factores muy diversos.

- ¿Teme un verano caliente en Euskadi por la pugna entre las juventudes de Sortu y los disidentes de GKS?

- Me preocupa que ese mundo no sepa gestionar sus contradicciones internas. Que eso tenga un reflejo violento es como para preocuparse. Hay coletazos que demuestran que hay una cultura violenta que en su momento se inoculó y que no termina de desaparecer.

- ¿Tiene EH Bildu, como formación política, alguna responsabilidad en el control de este enfrentamiento?

- Por supuesto. Bildu no puede negar que es en su seno donde han aparecido estas nuevas tendencias y donde ocurren estas disputas, en algunos casos con ingredientes violentos. Cuanto antes lo asuman y antes se pongan manos a la obra, mejor para todos.