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Urkullu y Sánchez, en un encuentro en junio. Agencias
El PNV ya ha recibido la llamada del Gobierno de Sánchez para negociar los Presupuestos

El PNV ya ha recibido la llamada del Gobierno de Sánchez para negociar los Presupuestos

Los jeltzales exigirán el cumplimiento de los compromisos de 2018 e introducirán «nuevas demandas» aunque dan prioridad a la continuidad de la legislatura

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Jueves, 1 de enero 1970

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María Jesús Montero ya avanzó el lunes que comenzaría por el PNV la ronda de llamadas a los socios potenciales de Pedro Sánchez para aprobar los Presupuestos y, efectivamente, tanto el ministerio de Hacienda como el PNV han confirmado este miércoles que ese primer contacto ya se ha producido. Esta misma mañana. Aitor Esteban, el hombre del partido en Madrid, ya ha recibido la llamada de Hacienda, que trabaja ahora en cuadrar agendas para poner fecha a las primeras reuniones bilaterales. Una vez amarrado el acuerdo con Pablo Iglesias, el Gobierno de Pedro Sánchez da prácticamente por hecho el respaldo jeltzale a las Cuentas, aunque tanto Andoni Ortuzar como la burukide Itxaso Atutxa han advertido de que no será «gratis» ni «barato». En cualquier caso, el verdadero reto para Sánchez será atraerse a los soberanistas catalanes, de los que depende en última instancia la aprobación del proyecto.

Sabin Etxea, que confía en que las conversaciones con el equipo de Montero puedan llevarse con discreción, condiciona su apoyo a las Cuentas a que Pedro Sánchez cumpla «los compromisos de 2018», es decir, las inversiones pactadas con Mariano Rajoy e incorporadas al actual Presupuesto, el de 2018. Entre ellas, y una vez solventado el asunto de la rebaja de la tarifa eléctrica a las empresas vascas, que preocupaba sobremanera al PNV, faltaría por impulsar las partidas comprometidas para el TAV y otras para centros tecnológicos como el guipuzcoano Cidetec. A partir de ahí, el PNV exigirá que se incluyan en el nuevo proyecto las inversiones plurianuales para la alta velocidad acordadas con el PP e introducirá además «nuevas demandas» que aún no ha especificado.

En todo caso, fuentes jeltzales subrayan que primarán «la sensatez y la responsabilidad política» a la hora de plantear las negociaciones por tres razones. En primer lugar, porque dan prioridad a la «estabilidad», necesaria a su juicio para la buena marcha de la economía. En segundo, porque creen que la negociación de las transferencias pendientes, que desvinculan de la presupuestaria, será más fácil de encauzar si hay tiempo suficiente para ello. Un corte abrupto de la legislatura para adelantar las generales impediría desarrollar el calendario de traspasos que el PNV espera para antes de final de año. La tercera razón es el interés del PNV en evitar, mientras sea posible, un posible acuerdo de los «ultranacionalistas» PP y Ciudadanos y en alejar el ruido político en España de las elecciones municipales y forales de mayo.

La «agenda vasca», dicen, volverá a ser el eje de las conversaciones presupuestarias, en las que no ven incoherencia pese a haber apoyado recientemente las Cuentas de Rajoy. A su juicio, es Podemos Euskadi quien tendrá que explicar sus «contradicciones»: por qué defiende en Euskadi un aumento de las pensiones hasta los 1.080 euros que Iglesias no ha incluido en su pacto con Sánchez. O por qué afea a EH Bildu que contemple aprobar unas Cuentas con partidas para el TAV cuando el grupo de Unidos Podemos las apoyará de facto al dar su plácet al Presupuesto de Sánchez.

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