Radicales atacan otro batzoki y provocan incidentes en Pamplona

El repunte de violencia callejera no cesa en el País Vasco y Navarra. Empieza a ser casi rutinario que cada día se registren nuevos actos de kale borroka, una situación más propia de décadas pasadas que de 2020. Desde que el preso de ETA Patxi Ruiz, que cumple condena en la prisión de Murcia por el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero, se declarara en huelga de hambre hace dos semanas, disidentes de la izquierda abertzale han protagonizado más de una treintena de ataques.

El último tuvo ayer como objetivo, nuevamente, una sede del PNV. La fachada del batzoki del barrio donostiarra del Antiguo amaneció llena de pintadas recordando la situación de Ruiz y reclamando la amnistía para los presos de ETA. Se trata del decimoctavo local del partido nacionalista que sufre daños desde el 11 de mayo. «Para algunos esta parece ser la nueva normalidad», denunciaron ayer los jeltzales a través de las redes sociales en alusión a la izquierda abertzale.

Horas antes de ese ataque, Pamplona volvió a ser escenario de incidentes, igual que hace una semana cuando se convocó una manifestación a favor del preso. El domingo por la noche, varios jóvenes que protestaban contra la situación de Patxi Ruiz acabaron enzarzándose con algunos transeúntes que les increparon por la sucesión de actos de violencia callejera que se vienen registrando. Hubo insultos, algún encontronazo y volaron sillas y mesas de una terraza hasta que la Policía foral se vio obligada a intervenir.