El Gobierno vasco asegura que los presos de ETA no están «en la mesa de la negociación sobre Prisiones»

El «compromiso» alcanzado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez es materializar la competencia sobre la gestión de las cárceles vascas –Zaballa, Basauri y Martutene–, de gran valor simbólico tres años después de la disolución de ETA, «en breve» plazo, tal y como ha reiterado hoy Artolazabal. Hasta el momento, ambas administraciones han mantenido varias reuniones en las que se han abordado temas como el presupuesto para personal, contratos y bienes inmuebles, entre otros. Está previsto que el próximo encuentro «de carácter técnico y político» se celebre mañana. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha asegurado en Radio Euskadi que se está «trabajando» para que finalmente la competencia se materialice en abril, si bien ha reconocido que todavía no se ha fijado ninguna fecha para la reunión de la Comisión Mixta.

La transferencia de la gestión de las prisiones conllevará el diseño de que será el modelo penitenciario vasco. A esto se ha referido también Beatriz Artolazabal, que no ha dudado además en poner en valor la trayectoria del juez Jaime Tapia para acometer esta tarea, frente a los «exabruptos» en su contra, ha dicho, del PP vasco. Ha apostado la consejera jeltzale por un sistema «basado en la resocialización y en la justicia restaurativa». Algo en lo que, según ha recordado, «ya se viene trabajando» en Euskadi, en colaboración con con asociaciones del tercer sector que realizan su labor de manera «muy implicada y solvente», ha señalado. «Nuestra apuesta es por que las personas condenadas cumplan su pena pero esa resocialización no únicamente se tiene que hacer desde unos sitios donde se esté cerrado o privado de libertad. Existen otros modelos y, si creemos de verdad que esos modelos tienen que diferenciar al modelo vasco, es necesario trabajar de una forma conjunta, colaborativa, integral, coordinada desde el punto de vista de la justicia, las políticas penitenciarias y las políticas sociales«, ha señalado, en alusión a la apuesta del Ejecutivo autónomo por potenciar el régimen abierto.

En el Gobierno vasco son conscientes de los recelos que despierta esta trasferencia, en un momento en el que la estrategia del Ejecutivo de Sánchez pasa por ir acercando poco a poco a los presos de ETA a cárceles de Euskadi. Preguntada por si el traspaso de la competencia incidirá en la situación de los reclusos de la banda, Artolazabal ha remarcado la competencia «lo que va a dar es una garantía a toda la población reclusa de que va a estar basada en una serie de principios en justicia restaurativa, en esa resocialización». Y eso, ha añadido «va a afectar no solamente a los presos de ETA sino a todos los presos que se encuentren en los centros penitenciarios vascos». Ha asegurado en este sentido que en la negociación de la transferencia «no está en la mesa para nada la cuestión de los presos de ETA».

Artolazabal ha subrayado que «las instituciones no podemos vivir en la excepcionalidad», y ha defendido que es «el principio de normalidad penitenciaria el que tiene que primar en nuestras políticas». «Tenemos que ser coherentes con esa resocialización y poner el foco en el régimen abierto, que es otra forma de cumplir las penas. En función de la gravedad de los delitos y de las condenas existen diferentes formas de cumplirlas», ha apostillado.