Pradales anuncia en Boise que en 2026 lanzará una nueva 'ley de la diáspora' vasca

De la necesidad de «adaptar esa norma a los nuevos tiempos» surge la futura Ley de la Comunidad Vasca en el Exterior, que tal y como ha anunciado este jueves el lehendakari, el Gobierno autonómico remitirá a lo largo del próximo año al Parlamento vasco para su debate y aprobación (la mayoría de PNV y PSE garantiza su visto bueno definitivo).

Imanol Pradales ha realizado este anunció precisamente en Boise, la 'capital' de la emigración vasca a Estados Unidos, donde hasta el domingo encabeza la delegación institucional desplazada desde Euskadi al Jaialdi 2025. En concreto, ha aprovechado su participación en el seminario 'Zortziak bat' organizado por la Universidad de Boise para «reflexionar sobre los retos de la diáspora en general y la vasca en particular».

Aunque todavía no se conocen detalles del nuevo articulado, la pretensión del Ejecutivo autonómico es que actualice las «formas de trabajo y las herramientas para atender las nuevas realidades de esta colectividad». La emigración vasca y sus descendientes se han estructurado desde hace décadas a través de las Euskal Etxeak –con 36.000 socios en 25 países– y federaciones, pero la «diáspora actual ha cambiado y es muy variada». De hecho, más de 80.000 vascos residentes en el extranjero tienen derecho a voto en cualquier proceso electoral que se celebre en Euskadi. «Y las nuevas situaciones exigen nuevos pasos», ha reflexionado el lehendakari. «Forman parte de un mundo complejo y están expuestos a los retos que nos plantea el mundo. Por ello necesitamos una ley adaptada al contexto interno y externo actual. Una ley que nos ayude a dar el salto hacia la vertebración de la diáspora vasca del siglo XXI», han añadido durante su discurso en inglés y euskera.

Uno de los papeles que esos miles de vascos –y sus descendientes– pueden desarrollar en el actual contexto mundial es el de «diplomáticos» y representantes de Euskadi por todo el mundo. Por ejemplo, en el propio Estados Unidos, donde los vascos allí residentes pueden «tender puentes de colaboración» para «superar el ruido actual», en referencia al ascenso de los extremismos y a la guerra arancelaria activada por Donald Trump, que en Euskadi afecta de lleno a los sectores del acero, la automoción y el vino.

Pradales ha defendido la necesidad de «estrechar lazos» con el «pueblo norteamericano a nivel cultural, económico, comercial, industrial y político». Y lo ha hecho en sendas reuniones con los más altos dirigentes del estado de Idaho y la ciudad de Boise. En el encuentro de 30 minutos con el gobernador Brad Little, el lehendakari ha hecho especial hincapié en las sinergias que se pueden establecer con Idaho en, por ejemplo, el sector de los semiconductores, «con aplicaciones en industria, movilidad y computación». «El buen nombre que tenemos aquí es una excelente carta de presentación para abrir nuevas puertas en Estados Unidos», ha analizado.

De hecho, el lehendakari recordó que en ese país cada Estado tiene «sus propias capacidades y competencias». «Este poder descentralizado es muy interesante desde un punto de vista económico y comercial. Idaho es capaz de regular la actividad económica y comercial», reflexionó. Tras la reunión con Little -republicano como Trump-, a la que asistió también la alcaldesa de la ciudad de Boise, la demócrata Lauren McLean, la delegación vasca participó en el seminario en la universidad.