La presidenta del Gobierno de Navarra María Chivite y Javier Remírez, vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior. Efe

La política fiscal vuelve a dividir a los socios del Gobierno navarro

Podemos y Ezkerra rechazan la supresión del impuesto de patrimonio empresarial planteado por la consejera de Economía y Hacienda

iván orio

Bilbao

Lunes, 30 de septiembre 2019, 13:28

La presidenta de Navarra, María Chivite, ha comprobado en pocos días la dificultad de aunar discursos unánimes en el seno del Gobierno de coalición y la casi imposibilidad de encontrar aliados en los otros dos grupos que completan el Parlamento, Navarra Suma y EH Bildu. Si la pasada semana el desencuentro entre PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda Unida surgió por la designación de los senadores autonómicos, hoy ha tenido su origen en la política fiscal; en concreto, en el mantenimiento o supresión del impuesto de patrimonio empresarial. La consejera de Economía y Hacienda, la socialista Elma Saiz, ha planteado en la Cámara foral la apertura de un debate para una eventual eliminación de ese tributo, lo que ha chocado frontalmente con los planteamientos defendidos por la formación morada, tercera pata del Ejecutivo, y de Ezkerra, su apoyo externo.

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Ambos grupos han recordado que el impuesto que ha provocado las discrepancias figura como uno de los desacuerdos «tasados» en el programa pactado por los cuatro partidos y que por tanto habrá que gestionarlo de otra manera. Pero a Chivite le ha surgido un problema añadido. Y es que EH Bildu, cuyo apoyo, aunque sea en diferido, resulta imprescindible para sacar adelante cualquier medida si la entente UPN, Ciudadanos y PP se posiciona en contra, no sólo ha manifestado su rechazo a la propuesta, sino que ha vinculado este asunto con los Presupuestos forales de 2020, la primera gran prueba de fuego de la presidenta.

El desencuentro interno se produce en un momento delicado para el Gabinete foral, ya que las aguas todavía bajaban revueltas tras la polémica por el nombramiento de los senadores autonómicos. La convocatoria formal de las elecciones del 10 de noviembre y la interpretación de un acuerdo previo entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos y Ezkerra derivaron en un cruce dialéctico entre la coalición nacionalista de Uxue Barkos e Izquierda Unida, que registraron sus candidaturas con criterios muy diferentes.

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