PNV y PSE desafían las líneas rojas de Podemos y redoblan su apuesta por el gas
Los partidos del Gobierno vasco se comprometen a seguir utilizando esta técnica que los morados quieren vetar para estudiar su posible apoyo a los Presupuestos de 2021
No pasarán por el aro. Apenas 24 horas después de que Elkarrekin Podemos-IU fijara el fin de las extracciones de gas en Euskadi como ... condición ineludible para estudiar su eventual apoyo a los Presupuestos vascos de 2021, los partidos que sustentan el Gobierno han redoblado este jueves su apuesta por esa técnica. El Parlamento ha aprobado una enmienda de PNV y PSE, en sentido contrario a lo que se expresaba en la moción original a iniciativa de EH Bildu, en la que insta al Ejecutivo autonómico a seguir utilizando «el recurso del gas natural como elemento de transición».
El aval de la coalición morada a las Cuentas parece complicarse más cada día. Pese a que en la ronda de contactos con el lehendakari se apreció cierto acercamiento, el grupo liderado por Miren Gorrotxategi se ha encargado de rebajar las expectativas sobre un posible apoyo que el Gabinete de Iñigo Urkullu no necesita matemáticamente. Ni el acuerdo presupuestario del año pasado -llevado a cabo con otro equipo rector en Podemos y que el actual cree «incumplido»- ni la mano que ha echado el PNV al Gobierno de coalición en Madrid parecen servir de cara a la negociación.
Gorrotxategi, de hecho, puso ayer sobre la mesa múltiples «condiciones 'sine qua non'» para analizar una hipotética reedición del apoyo. Entre ellas, la paralización de las licencias de exploración y explotación de gas en Euskadi, una técnica muy criticada por colectivos ecologistas y movimientos vecinales pero que el Gobierno vasco defiende por ser «menos contaminante» que la importación desde otros países por las emisiones de CO2 que propicia su transporte. Lejos de ceder en su postura, PNV y PSE siguen en sus trece y se comprometen a mantener esta técnica como puntal del modelo energético.
En el pleno ordinario celebrado en el Parlamento, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU habían acordado una enmienda transaccional en la que reclamaban la extinción de SHESA -la sociedad de hidrocarburos dependiente de Lakua- y, en consecuencia, dejarla sin dotación económica en los Presupuestos de 2021. Desde la bancada abertzale, Mikel Otero ha censurado que «todas las aventuras» de la compañía pública «han acabado en fracaso» y «ha llegado el momento de un 'no' redondo». Los morados, por boca de Gorrotxategi, han proclamado que el gas es «un veneno y una ruina».
«Asumimos como misión impedirlo»
Al otro lado, los dos partidos que conforman el Gobierno vasco defienden la explotación de gas natural prácticamente como un mal menor hasta que se llegue a un modelo energético 100% renovable. «Las cosas van para largo. Mañana no nos vamos a levantar en un mundo repleto de energias renovables», ha indicado el parlamentario del PNV Unai Grajales, insistente en que nos encontramos ante un proceso de «transición». Por parte del PSE, Alberto Alonso ha incidido en que «hoy por hoy una red basada en renovables sería intermitente y no gestionable», por lo que se precisa el «respaldo» de al menos una energía primaria.
Tras la explicación de la postura de jeltzales y socialistas, Elkarrekin Podemos-IU parece haber asumido que el Ejecutivo de Urkullu no cederá en su exigencia. Esa línea roja no impedirá la aprobación de las Cuentas vascas dado que PNV y PSE disponen de mayoría absoluta, pero sí dificultará, y mucho, la luz verde al proyecto presupuestario en el Ayuntamiento de Vitoria, donde no suman la mitad más uno de los concejales. Gorrotxategi no ha dudado en lanzar una advertencia dirigida al lehendakari, pero también al Consistorio alavés: «Asumimos como mision impedir que esto se lleve a cabo».
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