El PNV destaca que Alonso «no es afiliado» del partido aunque no niega haberlo conocido
Cerdán asegura que los contactos del empresario Antxon Alonso con los nacionalistas vascos decantaron la moción de censura de 2018
Los tentáculos del 'caso Cerdán' no dan tregua a los socios vascos de Pedro Sánchez. Por si la mera difusión de los audios de los ... dos últimos secretarios de Organización del PSOE grabados por Koldo García no fuera ya un dolor de cabeza de primera magnitud, el ex 'número tres' de los socialistas, interlocutor habitual de PNV y EH Bildu en Madrid hasta su caída en desgracia, decidió ayer extender una sombra de sospecha sobre ambos en su declaración ante el juez del Supremo, justo antes de que el magistrado Leopoldo Puente le enviase a Soto del Real sin fianza.
La estrategia de defensa de Santos Cerdán se centró en presentarse como víctima de una «persecución política» por haber sido el principal «arquitecto» del Gobierno «progresista» que desplazó a la derecha del poder. En ese relato encajó el expolítico imputado su interlocución preferente con PNV y EH Bildu, que se habría visto engrasada, dijo, por los buenos contactos de su amigo y administrador único de Servinabar 2000, Antxon Alonso Egurrola, con ambas fuerzas nacionalistas. Incluso, según la versión de Cerdán, la mediación del empresario guipuzcoano afincado en Elorrio, dueño de la principal empresa bajo sospecha por supuestos amaños en adjudicaciones de obras en Navarra, habría sido clave para el éxito de la moción de censura de 2018 que aupó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Nada menos.
Es más, según Cerdán -que llegó a compartir piso con Alonso y cuya amistad se basaba, entre otras cosas, en «forjar alternativas» a los gobiernos conservadores-, pudo avanzar a Sánchez en su despacho que iba a ser presidente del Gobierno en aquellos días de finales de mayo de 2018 porque, gracias a la mediación del empresario, tenía garantizado el respaldo del PNV a la moción de censura. «Con el PNV solo habla Santi», ordenó el secretario general del PSOE, según el relato de Cerdán. La interlocución con EH Bildu, aseguró al juez, también se allanó gracias a que el empresario tenía entre sus «conocidos» a Arnaldo Otegi. Es más, en la versión de Cerdán, la labor de Alonso como mediador entre el PSOE y el nacionalismo vasco se remontaría a 2011, cuando comenzaron las conversaciones para forjar un futuro Gobierno alternativo al de UPN en Navarra.
EH Bildu y PNV reaccionaron ayer de forma muy distinta a las insinuaciones. Mientras que la coalición soberanista optó por guardar silencio, en el PNV, donde la declaración de Cerdán ha provocado sorpresa y malestar, prefirieron salir al paso de las acusaciones con contundencia. Los jeltzales, que precisamente celebraron ayer una asamblea extraordinaria en Sabin Etxea prevista con antelación, negaron la mayor.
Con notable celeridad, fuentes oficiales del PNV se apresuraron a desmentir cualquier mediación de Alonso en la decisión que el EBB tomó el 31 de mayo de 2018 reunido en Vitoria, la de hacer caer a Mariano Rajoy. «Resulta ridículo afirmar que Antxon Alonso, una persona que ni siquiera es afiliada de EAJ-PNV, hubiera podido influir en la ejecutiva jeltzale que tomó esa decisión», apuntan en Sabin Etxea, que no niega en ningún caso conocer al empresario.
«Se basa en la mentira»
Para la dirección que encabeza Aitor Esteban, que tuvo un papel protagonista en aquellas negociaciones como portavoz del grupo parlamentario junto al entonces secretario de Organización, Joseba Aurrekoetxea, y al propio presidente del PNV en esas fechas, Andoni Ortuzar, la estrategia de defensa de Cerdán «se basa en la mentira».
Los jeltzales admiten, eso sí, una única reunión con el exministro José Luis Ábalos, entonces 'número tres' del partido, y con el propio Cerdán para «escuchar» y explorar la posibilidad de apoyar la moción de censura. Unos días después, el 31 de mayo de 2018, el EBB decidió «de forma soberana», recuerdan, votar a favor tras el fracaso de los intentos para que Rajoy se hiciera a un lado y al considerar «grave» la sentencia del 'caso Gürtel'. En todo caso, el PNV rechaza «de forma tajante» los «intentos, procedentes de diversos ámbitos» de «vincularle» con el 'caso Cerdán'. «Este tipo de prácticas, ajenas a nuestra cultura política y a nuestros valores, no solo perjudican el prestigio de las instituciones, sino que alimentan la desafección ciudadana y el descrédito de la política, debilitando así los pilares de la democracia que defendemos», zanjan.
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