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Es el protagonista de la semana. Su «tirón de orejas» en público al lehendakari por la conexión del TAV con Navarra ha abierto una grieta ... entre los socios de gobierno en las instituciones vascas. Y en esta entrevista, lejos de recular, Eneko Andueza (Eibar, 1975) se reafirma y exhibe su malestar con el PNV.
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- ¿Se arrepiente de su «tirón de orejas» al lehendakari? Esteban dice que no le comentó nada a Pradales en su reunión.
- El posicionamiento del lehendakari sobre la conexión navarra del TAV fue un asunto que tratamos en esa reunión. Y era oportuno pedirle que se centrase en dar una respuesta a la política de aranceles y otras muchas cuestiones que afectan a la economía, a los trabajadores, a las empresas… en lugar de entrar en este debate (del TAV) como si fuera el portavoz del PNV de Gipuzkoa.
- ¿Pero era el momento y el lugar adecuado (la ronda de contactos en Lehendakaritza)? En el PNV lo califican como una falta de respeto institucional.
- Sí, era el lugar adecuado. Yo represento al PSE y mi obligación es hacer público lo que piensa mi partido. Nosotros nos posicionaremos cuando tengamos los informes técnicos del ministerio. No es mi voluntad molestar a nadie, pero el PNV sabe que hablo siempre con libertad y que no me escondo, aunque a algunos les moleste.
- ¿Se avecinan dos años complicados de precampaña?
- Algunos están en campaña, es evidente. No se lo reprocho, en cada casa saben qué toca hacer y veo que tienen mucho trabajo por delante. Lo que pido al PNV es que no traslade a las instituciones el nerviosismo que se vive en su casa.
- ¿Garantiza que el Ministerio de Transportes respetará el acuerdo de soterrar la línea en Vitoria?
- Siempre vamos a respetar los acuerdos en torno al TAV. Nosotros cumplimos con nuestra palabra. Y llegará el momento de la verdad, en el que a las instituciones les tocará poner el dinero correspondiente. Y ahí quizá a algún responsable, no precisamente del PSE, quizá le entre un poquito de vértigo.
- ¿A quién se refiere?
- La Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Álava...
- ¿Qué tal relación personal tiene con Aitor Esteban?
- De momento es muy incipiente porque sólo hemos coincidido en actos protocolarios.
- ¿El clima actual es la mejor manera de afrontar su encuentro del 7 de mayo?
- Acudiremos a la reunión con la mejor disposición. Pero lo que no voy a admitir son campañas subterráneas para responsabilizarnos de los retrasos del TAV cuando fue el Gobierno de Patxi López, con Iñaki Arriola de consejero, quien licitó todo el tramo guipuzcoano de la 'Y vasca'. Y podemos recordar que con un lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe, la obra estuvo prácticamente parada durante años por contentar a sus socios y no confrontar con el entorno de lo que hoy es EH Bildu.
- Su 'cara a cara' ha cobrado ahora mucho interés.
- Yo estoy expectante. Espero que seamos capaces de elaborar una relación basada en la sinceridad, honestidad, transparencia y respeto entre dos partidos y dos líderes con tradiciones políticas diferentes. Andoni Ortuzar y yo fuimos capaces de conseguirlo y espero que no cambie. Aunque evidentemente entiendo que Aitor Esteban tiene un perfil diferente al de Ortuzar.
- ¿En qué sentido?
- Sólo le digo que el PSE siempre va a apostar por la estabilidad y por el progreso. A partir de ahí, si coincidimos en ese camino, perfecto. Y si no, ellos verán lo que hacen.
- De momento, ha rebajado las expectativas sobre la reforma del Estatuto.
- En ese tema siempre hemos apelado a la prudencia porque entendemos que, en estos momentos, las cuestiones identitarias no forman parte de las prioridades de la ciudadanía vasca. Tengo el firme convencimiento de que los intereses de la sociedad y los del PSE coinciden.
- Explíquese.
- La reforma del Estatuto debe blindar los derechos históricos que se han conquistado los últimos 45 años y sentar las bases de una convivencia que sea sinónimo de pluralidad, diversidad y respeto al diferente. Si las tintas se cargan sobre lo identitario, esa reforma estatutaria estará abocada al enésimo fracaso. Y no sería ningún drama. Una pena, sí, pero no un drama.
- ¿Usted garantiza que el PSE no entrará en ningún caso en ese escenario?
- Sobre eso tengo que decir una cosa. Los denominados derechos históricos que están perfectamente reflejados en la Constitución no son infinitos. No son una puerta a la independencia. Por tanto, cualquier acuerdo que se alcance no podrá serlo por la vía unilateral, siempre tendrá que estar pactado con el Estado y dentro de la Carta Magna, que es lo que acordamos con el PNV.
- ¿Ve a EH Bildu rebajando sus expectativas y entrando a un acuerdo como usted plantea?
- Deberían. A estas alturas ya tendrán que haberse dado cuenta de que tienen que pasar de una aspiración independentista real a una independencia utópica que forme parte de alguna manera de su ideario de forma simbólica, pero no de manera pragmática. No creo que la sociedad vasca quiera una Euskadi aislada, sin recursos, fuera de Europa... Dada la coyuntura económica y social que ahora vivimos a nivel mundial, eso sería una absoluta catástrofe.
- ¿Satisfecho con el acuerdo de la reforma fiscal?
- Indudablemente. No ha sido fácil, pero hemos mostrado un liderazgo indiscutible haciendo posible que salga adelante en los términos que defendíamos desde el principio. Es una reforma fiscal que no va en contra de nadie y que beneficia al conjunto de la ciudadanía vasca, así que todos podemos estar muy satisfechos. Incluidos los que se quejan.
- ¿Se refiere a Confebask?
- Por ejemplo, Confebask.
- ¿Qué tal su relación con la patronal?
- Buena, aunque en este tema hayamos discrepado. Su visión ha sido precipitada porque hicieron las primeras declaraciones sin tener más que una pincelada muy gruesa de lo que era la reforma. Decir que resta competitividad es no ajustarse para nada a la realidad. Es todo lo contrario, posibilita la competitividad de nuestras empresas.
- Pues a los empresarios no les gusta nada. De hecho, aseguran sentir un «desánimo total».
- A Confebask no le escucho quejarse cuando el Gobierno vasco incrementa la cuantía del fondo Finkatuz ni cuando, ante esta situación, va a poner más de mil millones de euros encima de la mesa. Eso también sale del bolsillo del conjunto de la ciudadanía vasca, también de los trabajadores y trabajadoras. Por tanto, hay que tener una visión mucho menos egoísta y mucho más amplia de país. De los empresarios vascos también esperamos corresponsabilidad.
- ¿Miente el PNV cuando dice que no es una reforma de izquierdas?
- Cada cual puede dar la opinión que quiera. Si ellos quieren maquillarlo de alguna manera para justificarse, allá ellos.
- ¿Tanto han cambiado las cosas desde el 2017 como para que entonces el PSE estuviera cómodo pactando la reforma fiscal con el PP y ahora les haya vetado?
- Es que el modelo que ha puesto encima de la mesa el PP es muy diferente. Está muy contagiado de la política de Madrid, basada en la agresión verbal, el insulto y la demagogia. Quiere trasladar a Euskadi el modelo económico de crecimiento de aquella comunidad.
- ¿Ve a De Andrés 'ayusizado'?
- Le veo absolutamente abducido por una manera de hacer política que en Euskadi no se entiende. Ahora mismo no le veo al PP llegando a acuerdos de país con nosotros ni con el PNV.
- En su ronda de contactos se reunió con Otegi. ¿Puso usted sobre la mesa el tema de la cuestión ética y el recorrido que les queda por hacer?
- Hablamos de muchísimas cosas. Sobre esa cuestión, quien tiene que moverse ya es EH Bildu. Las exigencias son múltiples y siempre van a estar encima de la mesa en tanto en cuanto no dé los pasos que tienen que dar.
- Pero a la hora de la verdad, ustedes pasan por alto esa exigencia para pactar aquí y en Madrid.
- Cuando ellos hablan de futuros acuerdos a una escala superior a la actual, siempre hemos dicho que hacen falta dos cosas: coincidir en el modelo de país y la cuestión ética. En la primera, estamos muy alejados porque el suyo apuesta por la independencia y el nuestro mira a Europa. Ellos se miran a su propio ombligo y nosotros al mundo y a la modernidad. Son antagónicos.
- ¿Y el tema ético?
- En esa reunión sí les dije que entendía que ellos habrán hecho la reflexión de qué quieren ser de mayores y si quieren avanzar y aspiran a ser un partido de gobierno. Pero para eso, tienen que ser conscientes de que tendrán que dar pasos. De lo contrario, con el PSE será imposible que alcancen acuerdos de gobierno.
- ¿Así que no hay opciones que en las municipales y forales de 2027 pacten en grandes ayuntamientos o diputaciones con EH Bildu y dar por finalizado el entendimiento con el PNV?
- En la situación actual, evidentemente, no. En tanto en cuanto no hagan ese recorrido y no cambien su modelo de país, desde luego con nosotros poco tienen que hacer.
- La entente con el PNV seguirá, entonces.
- Ya veremos. Dependerá también de qué camino quiera emprender el nuevo líder del PNV. Si dentro de sus prioridades la balanza cae hacia el camino de lo identitario, el derecho a decidir, el de autodeterminación y esas cosas, pues quizá en un futuro estén más cerca de pactar con EH Bildu.
- ¿Tendrá el PSE siempre autonomía para decidir esa política de acuerdos en Euskadi respecto a Ferraz?
- En todo lo que respecta a Euskadi y a su futuro, la última palabra siempre la tiene el PSE.
- Es decir, si en su día Pedro Sánchez necesita un apoyo extra de EH Bildu y Otegi le pide a cambio acuerdos en Euskadi...
- Hay cosas que nunca van a pasar. Ya le garantizo yo que en todo lo que respecta al futuro de Euskadi, la última palabra siempre la va a tener el PSE.
- Pedro Sánchez está habituado a salirse con la suya a costa de lo que sea.
- En eso quizá nos parezcamos mucho porque cuando yo también me propongo determinadas cosas, procuro pelear hasta llevarlas a término.
- ¿Estarán en diciembre completadas las transferencias?
- Si algo ha mostrado el Gobierno de España es voluntad política para materializarlas. Pero no se trata de ir sumando palitos al casillero de las transferencias, como hace el PNV. Se trata de que se hagan bien. Porque luego vienen los recursos y tenemos sustos.
- ¿Pero se cumplirá con el calendario acordado?
- Las transferencias deben materializarse, evidentemente, en tiempo y forma, pero con plena garantía de que luego nosotros seamos capaces de gestionarlas adecuadamente. Y que no pase como con las prisiones, con las que el PNV presionó y corrió mucho, y ahora mismo el PSE, a través de su consejera María Jesús San José, está teniendo que gestionar un problema porque algunos no hicieron bien las cosas.
- ¿El principal escollo es la trasferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social?
- Los nacionalistas siempre han sido insaciables y algunos parece que tienen mucha prisa. Yo tengo claro que el PSOE no va a permitir en ningún caso, desde su responsabilidad de gobierno, que se rompa la caja única. Y eso le ha quedado muy claro al PNV.
- ¿Está habiendo injerencias desde el Poder Judicial en el tema de las transferencias?
- Soy muy respetuoso con las decisiones que se adoptan desde los ámbitos judiciales. Me pueden gustar más o menos, pero siempre las voy a respetar. No soy muy amigo de meter leña a la caldera ni de condicionar desde lo político las decisiones judiciales.
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