El Gobierno vasco admite que la trasferencia de prisiones es «compleja» tras la pelea entre presos en Basauri

La monumental bronca del pasado jueves se inició en los baños de la prisión, una zona sin cámaras ni guardias. Allí, según el relato de varios funcionarios, se produjo una primera pelea en la que un interno resultó herido con una fractura del tabique nasal, por lo que tuvo que ser trasladado al hospital de Basurto. Cuando sus amigos vieron su estado se desató la segunda bronca, esta ya multitudinaria, en la zona de escaleras, y en la que tomaron parte una veintena de internos. «Entre siete funcionarios no podían contener al grupo y sólo se pudo reconducir la situación gracias a varios presos que ayudaron a calmarse a otros», relatan fuentes sindicales. El Gobierno vasco, por su parte, insiste en que «fue una pelea de dos contra dos» y que fueron trasladados posteriormente a la cárcel de Zaballa. Cuatro internos y tres funcionarios resultaron heridos con diversas contusiones.

Los sindicatos CC OO, ELA y CSIF, que suman la mayoría aunque la fuerza más votada es UGT-Acaip, no dudan de que estas situaciones se deben a «la falta de personal». Las centrales consideran que, tras el traspaso de Prisiones al Gobierno vasco, «las condiciones laborales y la gestión no sólo no han mejorado sino que han empeorado sustancialmente». A los delegados les llegan «quejas y lamentos de la inmensa mayoría de los trabajadores». Anuncian movilizaciones en Basauri que se suma así a Zaballa, donde ya se venían realizando.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, cuestionada este martes por este tema, admitió «dificultades» en el centro penitenciario. «Tenemos que analizar los motivos para mejorar la atención que estamos prestando». Artolazabal atribuyó la falta de personal a «un déficit en el momento de la transfererencia del que éramos conscientes» y avanzó que el Gobierno vasco ha creado «una bolsa de trabajo de funcionarios interinos para cubrir jubilaciones y bajas». Quieren que empiece en septiembre.

Artolazabal también recordó que hay «un acuerdo por dos años firmado con ACAIP-UGT», la fuerza sindical más votada, para llevar a cabo «mejoras» en los próximos dos años. La consejera admitió, de cualquier modo, que Prisiones es una competencia sobre la que no había precedentes comparables. «Es compleja y hay que seguir trabajando», asumió.