El pacto educativo se tambalea tras prometer el Gobierno vasco más dinero para la concertada

No es la primera vez que los firmantes del documento plantean dudas sobre su desarrollo en la práctica. Especialmente Elkarrekin Podemos-IU ya venía denunciando «constantes incumplimientos» del espíritu del texto en órdenes y decretos del Departamento de Educación. Pero ahora el ofrecimiento a PP+Cs ha desatado la mayor de las indignaciones, también en EH Bildu, que había mantenido un perfil más bajo. A la coalición soberanista, que transita en un frágil equilibrio entre la apuesta por la pública y su defensa también de las ikastolas, no le irrita tanto el qué de la oferta como el a quién. A los morados, por su parte, les enfada tanto el contenido como el procedimiento.

Con sus diferencias de enfoque, ambas formaciones de izquierdas se miran de reojo y eso se pudo comprobar este jueves con la sucesión de acontecimientos en el Parlamento. Fue primero Miren Gorrotxategi la que convocó a los medios para denunciar «la gota que colma el vaso». La portavoz de Podemos acusó al Gobierno vasco de «romper» de facto el acuerdo de abril y cargó contra su «deslealtad intolerable» por plantear contenidos sobre Educación a un grupo, PP+Cs, al margen del pacto. «La concertación de aulas de 2 años supone en la práctica la ampliación del perímetro de la escuela privada-concertada, justo lo contrario de lo que pretendíamos al firmar el pacto», expuso.

Pocos minutos tardó EH Bildu en reaccionar y convocar otra rueda de prensa a la carrera. El parlamentario Ikoitz Arrese habló de «desconfianza», advirtió de que «las cosas no van bien» y reclamó una reunión de urgencia de la comisión de seguimiento del pacto. Incluso extendió su preocupación al contenido del anteproyecto redactado por el Ejecutivo, que «no satisface» sus aspiraciones. Sin embargo, y a diferencia de Podemos, el responsable educativo de la formación soberanista no censuró la propuesta para extender los conciertos. Recordó que la medida «no es nueva» y que se adoptó a través de un decreto aprobado por el Departamento en junio.

A eso se aferró Bildarratz, quien también tuvo que precipitar una comparecencia ante los medios. El consejero negó cualquier «deslealtad» y presumió de «transparencia» porque la iniciativa propuesta por Hacienda a PP+Cs «está en la orden de conciertos». Educación defiende la concertación de las aulas de 2 años para poder aplicar también allí las nuevas medidas contra la segregación, que obligarán a todos los centros sostenidos con fondos públicos a reservar plazas para el alumnado más vulnerable. Esta etapa educativa no obligatoria es cada vez más importante para los colegios en plena caída de la natalidad, ya que atrae a alumnos que en su mayoría se acaban matriculando un año después en Infantil en el mismo centro.

El Departamento de Educación niega así que el pacto educativo esté «roto» y defiende su vigencia como base para la nueva ley. Una norma cuya aprobación en Consejo de Gobierno estaba prevista para este año, pero que fuentes del equipo de Bildarratz comienzan a situar en enero o incluso febrero. Después deberá tramitarse en el Parlamento vasco para ser ratificada en una votación que determinará si el pacto habrá sobrevivido para entonces o no.