La OTAN avala el aumento del gasto en defensa de España y complica la legislatura a Sánchez

¿Entonces, cuál es el problema? Que los supuestos aliados parlamentarios con lo que el PSOE cuenta para intentar sobrevivir esta legislatura no quieren ni oír hablar de gasto militar. Es el caso, sobre todo, de Podemos, que ha situado este tema como una línea roja infranqueable si el Gobierno de coalición en el que también está Sumar quiere sus votos para intentar sacar adelante los Presupuestos de 2026. Un proyecto que todavía no se ha presentado pero que el Ejecutivo insiste en remarcar que lo hará. Este es el gran problema, las continuas contradicciones con las que tiene que navegar el Gobierno cada día al tener que contentar al mismo tiempo y para todo a partidos tan radicalmente diferentes como Junts y ERC, el PNV y Bildu, o Podemos, enemigo público número uno del Sumar de Yolanda Díaz.

El documento publicado este miércoles por la Alianza Atlántica recopila datos de los ministerios de Defensa de cada país aliado sobre el gasto actual y estimado en función de los pagos realizados o que se harán por parte de los gobiernos durante el ejercicio fiscal para satisfacer las necesidades de sus Fuerzas Armadas o de la OTAN.

Según estas estimaciones, España alcanzaría el 2% del PIB de gasto militar mucho antes del año 2029, la fecha inicialmente prevista por el Ejecutivo, aunque Sánchez ya confirmó que adelantaría esta fecha para cumplir antes con el compromiso en el seno de la OTAN. Para ello, a finales de abril presentó el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa con la histórica inversión extra de los 10.500 millones.

En cualquier caso, el pasado junio los líderes de la OTAN ya asumieron un nuevo compromiso para elevar el gasto al 5% del PIB en la próxima década, cediendo a las exigencias del presidente de Estados Unidos Donald Trump, aunque España hizo una interpretación propia del pacto al señalar que cumplirá los requerimientos militares sin ceñirse a un porcentaje de gasto en concreto.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, resaltó el miércoles este informe y señaló el «importantísimo esfuerzo» que ha acometido el Gobierno para alcanzar esa meta, que en su momento fue denostada por el PP.

«España cree firmemente en la paz y en los ámbitos multilaterales, y creemos que hay que seguir invirtiendo en defensa», indicó Robles, que también recordó el aporte de medios humanos a las misiones de la OTAN, concentradas en el flanco este para disuadir a Rusia con 3.000 soldados, y las inversiones en el sector de la seguridad para combatir fenómenos como los incendios forestales.

Ese 5% es la suma de dos tipos de gasto. La parte más significativa, que ronda el 3,5%, corresponde al gasto militar estricto, la compra de armas, el pago de los salarios a los miembros de las Fuerzas Armadas, misiones y maniobras o investigación.

El resto, que se mueve sobre el 1,5%, es un añadido adicional que los países tienen que dedicar a un concepto de seguridad más amplio, como la protección de infraestructuras.