Las nuevas medidas de alivio fiscal impulsadas por el PNV tensionan la coalición con el PSE

La deflactación del IRPF se ha convertido en la bestia negra de los socialistas vascos, que han visto cómo Alberto Núñez Feijóo les ha usado como punta de lanza en el pulso fiscal que ha emprendido contra Pedro Sánchez. El PP viene exigiendo el ajuste de los tramos del IRPF a la desbocada inflación en aquellas rentas inferiores a 40.000 euros anuales, pero Moncloa se niega en redondo y ha apostado por ayudas fiscales selectivas para aquellas rentas entre 18.000 y 21.000 euros. Para Génova, como se afana en reiterar Feijóo, la batalla del relato es sencilla. ¿Por qué lo que es bueno para los vascos no lo es para el resto de los españoles? ¿Por qué lo que aprueban los socialistas en el País Vasco no lo pueden aprobar los socialistas en el resto del país?

La incomodidad en las filas socialistas ha sido evidente todos estos meses, desde que a finales de julio el lehendakari anunció esta medida arropado por sus diputados generales. Además de la deflactación para todos los contribuyentes de IRPF sin establecerse un límite de renta (algo que no sucede en ninguna comunidad autónoma), se aprobó una deducción de 200 euros para las rentas inferiores a 35.000 euros. Esta ayuda llevaba el sello del PSE. Entonces, su líder, Eneko Andueza, se felicitó del acuerdo en las redes sociales, pero todo ha cambiado.

Ahora, viendo el ruido generado, los socialistas se han plantado y aseguran que aquellas medidas anunciadas a finales de julio son «claramente insuficientes». Así lo ha recalcado el partido en una nota en la que desvela que este mismo mensaje ha sido trasladado al PNV en las reuniones previas al Consejo Vasco de Finanzas celebrado este viernes. Un cónclave que ratifica la ampliación de la deflactación del 2% para 2023 y la ayuda de 200 euros que fueron anunciadas por Iñigo Urkullu en el Pleno de Política General.

Si en verano todo fue coser y cantar, la actual coyuntura ha tensionado la coalición PNV-PSE. Porque aunque el lehendakari fue el encargado de anunciar las medidas, no hay que olvidar que la política fiscal recae en las Juntas Generales y que las tres diputaciones están lideradas por gobiernos de coalición entre jeltzales y socialistas.

¿Y qué piden los de Eneko Andueza? Recuerdan, a modo de contexto, que los efectos de la inflación «requieren la adopción de medidas destinadas a proteger tanto a las personas más vulnerables como a amplias capas de la sociedad, así como a garantizar la actividad económica y la generación de empleo en las mejores condiciones».

Pero, a renglón seguido, destacan que el 'pack' que incluye esta nueva deflactación en 2023 y la deducción de 200 euros «no puede considerarse una solución definitiva para paliar la pérdida de capacidad adquisitiva de los contribuyentes». Si los jeltzales quieren contar con el aval de sus socios, hace falta más. «Juzgamos esta medida, de hecho, como claramente insuficiente y así se lo hemos trasladado a nuestro socio, el PNV, en los contactos que hemos mantenido», apostillan.

En este sentido, explican que «es necesario sondear otras decisiones que vengan a completar el paquete de medidas extraordinarias que se están adoptando por parte del Gobierno de España, tanto en el ámbito estrictamente fiscal como en el más amplio de la protección de la clase media y trabajadora, como las anunciadas ayer mismo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez».

Por ello, explican que aguardarán a la tramitación de los presupuestos forales de los tres territorios porque es «necesario valorar otras medidas en terrenos como la fiscalidad verde, el acceso a una vivienda digna, la generación de empleo de calidad, o el impulso de la movilidad sostenible y la protección del medio ambiente».

Ahora, comienza la partida de las Juntas Generales, donde los socialistas buscarán a toda costa marcar perfil y desprenderse del sambenito de convertirse en el mejor aliado del PP a nivel nacional por su apoyo a la deflactación del IRPF, su bestia negra.