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Imagen de archivo de la Policía Nacional en una operación yihadista. Efe
La nueva yihad española se inspira en los chanchullos de la Gürtel

La nueva yihad española se inspira en los chanchullos de la Gürtel

El último gran grupo desmantelado financiaba con 'caja B' y facturas falsas la guerra santa en Siria

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Miércoles, 19 de junio 2019, 18:17

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Una «caja B», uso «masivo de facturas falsas», «contabilidades paralelas», utilización durante años de una «estructura empresarial legal» para opacar los flujos de «dinero negro» fuera del circuito legal, «evasión de capitales» al extranjero… No. No es la 'trama Gürtel' ni ninguna otra red de corrupción desmantelada en los últimos años. Son las acusaciones que constan en los atestados de la 'operación Wamor', el mayor golpe de la Policía Nacional en los últimos años a las redes de financiación del yihadismo que operan en España.

Los funcionarios de la Comisaría General de Información, que llevaban meses siguiendo de cerca al grupo desmantelado, todavía no dan crédito a la cantidad de similitudes en el modus operandi entre la célula desarticulada y las redes de corrupción política de los últimos años. El operativo -que el martes se desarrolló en las provincias de Madrid, Valencia y Toledo con la intervención de más de 350 agentes, diez detenidos, doce imputados más y catorce registros- ha puesto de manifiesto que la yihad en la región siria de Idlib, en la que todavía Al Qaeda tiene presencia, se ha venido financiando supuestamente en buena parte gracias a dinero del emporio empresarial de un conocido clan árabe de Madrid, la familia Kutayni, con importantes negocios en carnicerías ligadas a alguna conocida mezquita de la ciudad.

Según las investigaciones remitidas a la Audiencia Nacional, y en las que ha sido clave el trabajo de Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria habida cuenta de las dificultades para desentrañar la trama, este grupo, como en su día hicieron organizaciones criminales como la que lideró Francisco Correa, se dedicó a sacar cientos de miles de euros de los circuitos legales a través del «empleo masivo de facturas falsas obtenidas de los negocios legales que regentaban desde hace años».

Los atestados no solo hablan de «organización criminal» o «colaboración con organización terrorista», sino especialmente de «financiación del terrorismo» a través del «blanqueo de capitales, el fraude fiscal y la falsedad documental». «Falsificación de facturas, conceptos y registros» en transacciones legales con los que los detenidos «detraían» importantes cantidades de fondos limpios que acaban en una «contabilidad paralela» y convertidos en dinero negro.

Una «caja b», como la denominan literalmente los informes policiales, con las que los arrestados, en lugar de pagar actos electorales o campañas, usaban para allegar fondos Fatah al-Islam, una de las organizaciones de Al Qaeda en Siria, a la que perteneció, hasta su captura en 2008, uno de los miembros del clan bajo sospecha.

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