Noël d´Anjou Olaizola, un financiero para controlar las cuentas
Es un experto en banca comercial que abandona su puesto en la dirección de Kutxabank para asumir el cargo público
Manu Alvarez
Bilbao
Sábado, 22 de junio 2024, 15:31
Nacido en Irún en 1975, Noël d'Anjou era hasta ahora un directivo de segundo nivel de Kutxabank, dedicado a la banca minorista. Es una ... de las grandes sorpresas del nuevo Gobierno para un departamento que pierde los servicios de Economía, que pasa a manos del vicelehendakari Mikel Torres. Es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Deusto, Máster Executive en Gestión de Riesgos Financieros por el Instituto BME, y experto en Dirección General por la Deusto Business School. Con su llegada al Ejecutivo sale reforzada la vertiente financiera y la gestión pegada al terreno, frente a otras opciones más generalistas. Al igual que otros componentes del nuevo Gabinete, su trayectoria ha estado centrada en la empresa privada y no ha tenido conexión alguna con la política activa o con cargos institucionales. Forma parte de la apuesta por reforzar el perfil de buenos gestores para el Gobierno, frente a la opción de los perfiles políticos.
Asume unas cuentas saneadas con una recaudación que no deja de crecer
D'Anjou se encontrará un esquema que es de sobra conocido en el mundo de la política institucional. Todos los gobiernos son de coalición. A un lado está el consejero de Hacienda y en el otro el resto del Gabinete. Al primero le anima el doble espíritu de recaudar y de repartir ese bien escaso que es el dinero. Al resto les empuja un vector que tiene dirección contraria, el deseo de disponer del máximo volumen de recursos porque en la capacidad de gasto y de inversión se juegan el cumplimiento de sus compromisos o, al menos, de sus deseos.
Un balance saneado
El nuevo consejero encuentra unas cuentas saneadas y una dinámica austera, más propia de un Ejecutivo ultraconservador que de uno con vitola social como el que ha presidido Urkullu en las últimas legislaturas. Las cifras son claras. En los últimos ejercicios liquidados ha habido un déficit marginal o incluso superávit. La Administración vasca debe 11.113 millones de euros, según los últimos datos proporcionados por el Banco de España, pero es la tercera comunidad autónoma con menor peso relativo de esa deuda, por detrás de Canarias y Navarra. Por ahí no tendrá grandes dificultades, ya que la maquinaria de recaudación de las haciendas forales, las que alimentan de 'gasolina' el presupuesto del Gobierno vasco, sigue bien engrasada.
Actuar como moderador en la reforma fiscal será una de sus misiones a la vuelta del verano
Pese a ello, a D'Anjou le corresponderá mantener el buen crédito de la Administración vasca en los mercados financieros internacionales, tras haber abierto la puerta de las emisiones con vitola de 'sostenible'.
Los impuestos
La anunciada reforma fiscal –todo apunta a que se va a quedar en apenas unos retoques de chapa y pintura, sin tocar el motor de cada uno de los tributos– será una de sus primeras misiones, junto con la elaboración del primer Presupuesto de la 'era Pradales'. Va a coincidir en el tiempo, en el segundo semestre de este año, pero también es cierto que al titular de la cartera de Hacienda del Gobierno siempre se le reserva un papel de comparsa en esta tarea. Las diputaciones son extraordinariamente celosas al advertir que la capacidad legislativa en materia fiscal le corresponde a ellas y no al Gobierno, al que le queda como mucho una tarea de coordinación o incluso de apagafuegos en el caso que se produzcan encontronazos, que por el momento no se vislumbran.
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