«Somos más necesarios que nunca porque PNV y Bildu nos llevan a un 'procés' vasco»

- Las cartas están boca arriba: el PNV quiere repetir coalición con el PSE-EE y EH Bildu se ofrece a gobernar con los jeltzales. ¿Y ustedes?

- Viendo el panorama, creo que el PSE-EE es más necesario que nunca. Llevamos mucho tiempo advirtiendo del riesgo de que se diera una coalición entre nacionalistas y ahora es evidente. Es una alianza que pretende trasladar el esquema de ERC y Junts en Cataluña y llevarnos a un 'procés' a la vasca, reeditar pactos como el de Lizarra y mostrar su versión más excluyente. La alternativa al nacionalismo no puede ser más nacionalismo.

- ¿De veras cree que la oferta de EH Bildu es real o es más bien un órdago para fijar el marco?

- Por supuesto que creo que es real porque al final el objetivo último de cualquier nacionalista es la independencia. Algunos dirigentes de PNV y Bildu miran con envidia a Cataluña.

- Con pactos como el de Vitoria, ¿está la izquierda abertzale tratando de hacer ver que los acuerdos con el PSE-EE son posibles?

- Hay que saber diferenciar entre pactos puntuales en materia presupuestaria y un acuerdo de gobierno. El entendimiento en Vitoria afecta a un porcentaje mínimo del proyecto, el 1,3% del total. Ahora el PP pone el grito en el cielo, pero los 6 millones acordados son menos que los 16,5 que costó la estación de autobuses, pactada por Maroto con Bildu.

- ¿Sigue manteniendo que no suscribirá acuerdos de gobierno con la coalición de Otegi?

- Sí, y lo voy a mantener hasta el final. Soy una persona de palabra y cuando me comprometo a algo, lo cumplo. Mi convencimiento es firme porque nuestro proyecto de país dista mucho del de Bildu.

- ¿Pero entiende que haya quien no le cree? Pedro Sánchez, María Chivite y Elma Saiz dijeron lo contrario de lo que han hecho.

- Acuerdos de gobierno no ha habido. Puede haber pactos de investidura, presupuestarios, en cuestiones puntuales... Cuando el Partido Socialista de Euskadi dice que no va a gobernar con Bildu ni va a hacer lehendakari a alguien de esa formación, es así. Si algo hemos demostrado en nuestra historia es que tenemos palabra y cumplimos con lo que decimos.

- El Partido Socialista alegó «principios éticos» para dar la Alcaldía de Pamplona a EH Bildu. Usted alega esos mismos «principios éticos» para negarle el apoyo a esa formación. ¿La ética depende del lugar?

- Lo de Pamplona se ajusta a una cuestión local, a una situación de bloqueo absoluto en el Ayuntamiento. Pero más allá de la cuestión ética, quiero poner el acento en otras dos cosas que nos diferencian de Bildu: la forma de gobernar y el modelo de país.

- ¿Cree, como Pello Otxandiano, que «ETA ha asumido toda su responsabilidad política»?

- Por supuesto que no. Y la izquierda abertzale, tampoco. Hay una deuda pendiente que reclama la inmensa mayoría de la sociedad. No han asumido que no sólo matar estuvo mal, sino que aquello fue un error y que es un hecho absolutamente condenable. No puede ser que mires a determinadas violencias y no condenes aquella que es responsabilidad directa tuya.

- Volviendo a las alianzas. ¿Reeditar la coalición con el PNV es la única opción?

- La mejor opción es que el PSE-EE lidere el Gobierno vasco. A partir de ahí, nosotros abriremos una ronda de diálogo para observar qué opciones hay para que este país tenga la mayor estabilidad posible.

- ¿Se puede seguir gobernando con un partido al que acusan de tener un modelo «agotado»?

- Claro, por supuesto. Que nosotros tengamos un acuerdo de gobierno no está reñido con que tengamos voz propia y con que señalemos aquellas cosas que no consideramos correctas.

- Contestará que es potestad del lehendakari pero, ¿cuándo quiere el PSE-EE que se celebren las elecciones autonómicas?

- No tenemos preferencias, estamos preparados para afrontar el ciclo electoral sea cuando sea. Fuimos el primer partido en elegir candidato a lehendakari, hemos sido el primero en poner encima de la mesa las líneas básicas del programa... Cuando Urkullu decida apretar el botón, contaremos con todas las garantías para afrontar la campaña.

- Están ya preparando las listas electorales. ¿Quiénes saldrán y quiénes entrarán en ellas?

- Soy muy respetuoso con el criterio de las direcciones provinciales. Lo que sí puedo decir es que va a existir una renovación de verdad, real y efectiva. Hay algunos que se creen que cambiar de cara es renovar. Nosotros presentamos un proyecto transformador, nuevo y que va a poner soluciones en el centro del tablero político.

- Con la marcha de Idoia Mendia e Iñaki Arriola, ¿corren el riesgo de perder peso político?

- No, tenemos gente de mucha valía que en estos momentos está desarrollando su labor en otros ámbitos. Estamos demostrando capacidad para dar el relevo a una nueva generación y lo estamos haciendo de una manera ordenada.

- Si repiten el esquema actual del Gobierno vasco, ¿usted querría incorporarse como consejero o incluso vicelehendakari?

- Es una pregunta que no me la planteo, estoy centrado en trasladar el proyecto socialista hasta el último rincón de Euskadi.

- ¿Qué cuestiones quiere el PSE-EE que marquen la próxima legislatura vasca?

- Hay cuestiones nucleares como la sanidad, la educación, la seguridad, la igualdad, la vivienda, el empleo, la movilidad... Pero pongo la máxima prioridad a dos retos en particular: el demográfico y el climático.

- En esa lista no dice nada de autogobierno o reforma del Estatuto de Gernika.

- Claro que hablaremos de ello. Llevamos tiempo defendiendo la necesidad de que se lleve a cabo una reforma estatutaria. Pero siempre para hablar de los temas que realmente preocupan a la ciudadanía, no de los que interesan sólo a los nacionalistas.

- ¿Será la legislatura en la que al fin se culminen las transferencias pendientes, incluyendo la gestión del régimen económico de la Seguridad Social?

- Hay algunas cuestiones que el propio nacionalismo sabe que son prácticamente imposibles de materializar.

- Entonces, ¿por qué el PSOE ha firmado un pacto con el PNV en el que se compromete a hacerlo en dos años? ¿Lo incumplirá?

- Porque hay que marcarse horizontes y objetivos. Esto no siempre es cuestión de voluntad política, pero los datos están ahí. Las transferencias históricamente han llegado con gobiernos socialistas.

- ¿Cree que la cercanía de las elecciones ha influido en la decisión de darse dos años para reflexionar sobre el Guggenheim de Urdaibai?

- No creo que en estos momentos la prioridad de la comarca sea instalar un museo, sino los problemas de saneamiento y abastecimiento que sufren algunos municipios o cuestiones relativas a la economía y el empleo. El PSE-EE sigue teniendo las mismas dudas que cuando se puso sobre la mesa el proyecto.

- ¿Sería mejor descartarlo?

- Hay que escuchar a la ciudadanía, a los colectivos y a los responsables institucionales. Y partiendo de ese debate, tomar las decisiones en base a certezas, no en base a ensoñaciones.