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Muere Mikel Azurmendi, el antropólogo que militó en ETA y se rebeló contra ella

Muere Mikel Azurmendi, el antropólogo que militó en ETA y se rebeló contra ella

Tras ingresar en la banda durante el franquismo impulsó décadas después movimientos cívicos como el Foro de Ermua y Basta Ya, lo que le llevó a vivir amenazado

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Sábado, 7 de agosto 2021, 11:53

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El escritor y antropólogo Mikel Azurmendi, cuyo compromiso con las vías no violentas le llevó a ser azote de ETA desde dentro y desde fuera, ha fallecido a los 79 años. Exmilitante de la organización armada a mediados de los 60, en plena dictadura franquista, rompió con ella tras rechazar el uso de la violencia. Con el tiempo, se convirtió en uno de los intelectuales vascos más críticos con la actividad terrorista de ETA, lo que le llevó a impulsar movimientos cívicos como el Foro Ermua –del que fue uno de los fundadores y primer portavoz– y Basta Ya. Un posicionamiento público que le llevó a estar amenazado de muerte por la misma organización en la que había militado en su juventud, lo que le obligó a alejarse de Euskadi en algunas etapas alrededor de los años 2000.

Autor de libros como 'El relato vasco. Libros necesarios para entender el final de ETA', que publicó en 2017, Azurmendi cursó estudios de Filosofía en la Universidad de la Sorbona de París y ejerció como profesor de Antropología Social en la UPV/EHU. Nacido en San Sebastián en 1942, en el seno de una familia rural, entró en ETA en 1966, con 24 años, y fue uno de los teóricos del grupo que evolucionó hacia el marxismo. Rechazó expresamente la actividad armada y rompió con la banda al año siguiente de su ingreso, tras ser derrotada la alternativa que defendía dejar la violencia y transformar la organización en un partido político basado en las ideas marxistas de raíz obrera.

Su condena abierta de la violencia convirtió a Azurmendi en un referente incómodo para ETA y su entorno, que no dudaron en convertirle en centro de sus amenazas en las décadas de los 80 y 90. En agosto de 2000 incluso fue objeto de un atentado frustrado contra su vivienda de Donostia. Días antes de aquel atentado, en una entrevista, Azurmendi confesaba su intención de abandonar Euskadi e instalarse en Estados Unidos debido a la «insoportable presión» a la que estaba sometido por parte de los violentos. Finalmente, acabó trasladándose unos meses a Norteamérica para poner tierra de por medio.

En el año 2000 sufrió un intento de atentado en su casa de San Sebastián y decidió marcharse unos meses a Estados Unidos

Fue uno de los fundadores y el primer portavoz del Foro Ermua, organización cívica creada en febrero de 1998 tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Al año siguiente, participó en la fundación de Basta Ya, una plataforma ciudadana que unió a personas de distintas ideologías con el propósito de oponerse al terrorismo en cualquiera de sus formas, apoyar a las víctimas y defender el Estado de Derecho, la Constitución y el Estatuto.

Azurmendi ocupó algunos cargos institucionales como el de presidente del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, un órgano de consulta del Gobierno central. Accedió al cargo en 2001, cuando gobernaba Aznar. Dos años después, llegó a ocupar un puesto en la lista de María San Gil (PP) en las elecciones municipales. Fue reconocido con el premio Hellman/Hammet de Derechos Humanos y con el Premio a la Convivencia por la Fundación Miguel Ángel Blanco.

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