Borrar
Puigdemont y Torra. EFE

Lugar sin límite

Sábado, 21 de julio 2018, 00:28

Comenta

El Tribunal Supremo ha renunciado a que Alemania le entregue a España al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Si regresa, tendrá que ser juzgado por el delito de malversación, en compañía de otros cinco políticos catalanes, que también están huidos y se les ha perdido la pista. El magistrado Pablo Llarena mantiene las órdenes de detención contra los fugados, pero no puede detener que se fuguen. El independentismo ha ahondado la brecha, mientras recuerda que el delito de rebelión tarda veinte años en prescribir.

Representaba este juicioso juez la barrera última que los independentistas, que no dan paso sin calcular el retroceso, tenían que asaltar. Su querella es históricamente antigua, aunque don Carles Puigdemont ha sabido rejuvenecerla después de la extravagante decisión de Alemania. Mientras, el maltrecho PP intenta acomodarse a un nuevo escenario sin tener que cambiar los muebles. Lo importante es que la UE condicione la meta del déficit a los Presupuestos. Ahora ha alcanzado al 2,9 del PIB, pero su intención es llegar más lejos.

Por ahora, el déficit solo ha llegado a esa espantosa cifra, pero como ha cogido carrerilla se teme que la siga superando. Las primeras elecciones primarias han dejado al PP con el culo al aire, pero los dos contendientes creen que cuentan con los apoyos necesarios para ser elegidos durante el Congreso que empezó ayer. El gato está tan escaldado que cualquier tejado le produce vértigo aunque esté a ras de suelo, donde son más blandas todas las caídas. Incluso de los que al final han caído en la cuenta, después de tantas conversaciones.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Lugar sin límite

Lugar sin límite