Junts someterá a sus bases la decisión que tome el lunes sobre si mantiene o no su apoyo a Sánchez
Los posconvergentes se reúnen a comienzos de semana en Perpiñán con la duda de cómo marcar distancias con el Gobierno
C. Reino
Viernes, 24 de octubre 2025, 00:26
Junts per Catalunya eleva la presión sobre el Gobierno y se prepara para consumar su distanciamiento de Pedro Sánchez en el ecuador de la legislatura. ... La formación nacionalista ha convocado a su cúpula a una reunión este lunes en Perpiñán (Francia). Carles Puigdemont pondrá sobre la mesa el debate sobre si ha llegado el momento de dar por concluido el apoyo a Pedro Sánchez, dos años después del pacto de Bruselas con los socialistas e investir al actual presidente del Gobierno. Lo que se resuelva será sometido a consulta de la militancia, como ya ocurrió con la propia alianza y con la salida del Govern de coalición con Esquerra en 2023. La mayoría en el partido se inclina por romper ya con el PSOE, apuntan fuentes conocedoras del sentir interno de la formación. La cuestión es que hay muchas formas de romper.
Lo que debería determinar el cónclave posconvergente, salvo quiebro de última hora o la enésima cesión por parte de los socialistas para ganar tiempo, es cómo se materializa ese eventual divorcio. Ahí está la clave de lo que ocurrirá el lunes. Porque no es lo mismo anunciar que Junts pasa a la oposición y que no negociará los Presupuestos ni votará a favor las propuestas que lleve el Gobierno de coalición al Congreso, que da por finalizada la mesa de Suiza o que se sumaría a una moción de censura contra Sánchez impulsada por el PP con el apoyo de Vox.
Hasta la fecha, los junteros siempre rechazaban al 100% esta posibilidad, aunque en los últimos días no la han descartado, siempre que sea instrumental y no sirva para hacer presidente a Alberto Núñez Feijóo. Puigdemont es muy dado a jugadas imprevistas en el último momento. Hace un año, la situación ya era tensa con los socialistas y el órdago del expresidente de la Generalitat consistió en una petición de cuestión de confianza, que acabó en el cajón meses después.
La decisión para los de Puigdemont es muy delicada. Mantenerse en el bloque de la investidura les está causando un enorme desgaste, ante la falta de resultados concretos, y de esa erosión se está beneficiando Aliança Catalana, que crece como la espuma, criticando a Junts lo que los junteros reprochaban a ERC: que pacta con el PSOE y no saca casi a nada a cambio. Pero por contra, en Junts tampoco quieren aparecer como responsables de la llegada de un gobierno del PP y Vox, por lo que miden sus pasos, teniendo además en cuenta que están en juego la amnistía y el regreso de Puigdemont.
El expresidente de la Generalitat ha lanzado ya varios órdagos a Sánchez en dos años, pero en esta ocasión los junteros aseguran que es el último. «El tiempo de los ultimátums se ha acabado», advirtió ayer la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, en La Sexta. La dirigente secesionista marcó distancias con PSOE y PP. «En relación a Cataluña son lo mismo», señaló. «La gente está hasta las narices de todos», remató.
La reunión de la cúpula nacionalista, para añadirle carga simbólica, se ha programado además el día en que se cumple el octavo aniversario de la declaración unilateral de independencia. Un día que una parte del secesionismo recuerda con nostalgia, pero que en cambio otra parte de ese soberanismo rememora como la jornada en que Puigdemont y Junqueras no dieron la orden de arriar la bandera española del Palau de la Generalitat. El líder de Junts no puede decepcionar a su parroquia el próximo lunes.
La dirección de Junts se reunirá además tres días antes del segundo aniversario del pacto de Bruselas, suscrito por Carles Puigdemont y Jordi Turull con el entonces secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, y que supuso el apoyo de los posconvergentes a la investidura de Sánchez. «Es el momento de tomar decisiones», afirmó Nogueras.
La cita llega tras la última advertencia lanzada por la portavoz del partido, Míriam Nogueras, en el Congreso. La dirigente soberanista avisó al presidente del Gobierno de que ha llegado la «hora del cambio», que sonó a fin de ciclo. Pedro Sánchez, que ha reiterado en varias ocasiones que puede seguir gobernado aunque no tenga el apoyo mayoritario del Congreso, replicó ayer que «Junts sabe que estamos cumpliendo con todos los acuerdos de Bruselas». Según Sánchez, hay acuerdos que no dependen en exclusiva del Gobierno y pidió «tiempo» a los postconvergentes.
Otoño caliente
Tiempo es lo que ya no tiene Junts. La dirección lleva semanas avisando de que en otoño pasarán cosas y de que tiene que tomar decisiones porque ve la legislatura española bloqueada. Sin avances en la oficialidad del catalán en la UE, sin que llegue a materializarse la amnistía de Puigdemont y sin que haya empezado la negociación para la resolución del conflicto, con la petición de los soberanistas de poder abordar un referéndum, en Junts consideran que el diálogo con los socialistas no tiene mucho más recorrido.
Lo que hará el lunes la cúpula postconvergente es balance del pacto de Bruselas. Junts necesita distanciarse de los socialistas y de Esquerra. Y además de incidir en las exigencias incluidas en el acuerdo con el PSOE para investir a Sánchez, reclama a los socialistas gestos en el Congreso.
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