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Youssef Mohamed Tuileb durante el juicio. Efe
El captador de niñas del Daesh reconoce que fue un «gran error»

El captador de niñas del Daesh reconoce que fue un «gran error»

El ceutí llega a un acuerdo con el fiscal, que rebaja la petición de pena a 5 años de cárcel y 7 de libertad vigilada

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Lunes, 24 de julio 2017, 09:31

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El ceutí Youssef Mohamed Tuileb, acusado de haber tejido una red en la ciudad autónoma para reclutar a niñas de entre 13 y 14 años a fin de enviarlas a zonas controladas por el Estado Islámico en Siria o Irak, ha confesado este lunes en el juicio contra él que fue un "gran error", tras llegar a un acuerdo con el fiscal, que le ha rebajado la petición de pena a 5 años de cárcel y 7 de libertad vigilada.

Esta rebaja supone la mitad de la pena que solicitaba el fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Martínez Torrijos en su escrito de calificación provisional: 10 años por un delito de colaboración con organización terrorista y otro de enaltecimiento del terrorismo.

Sin embargo, tras la confesión de Tuileb, en prisión desde diciembre de 2015, la Fiscalía ha retirado de su escrito de acusación el delito de enaltecimiento (2 años) y ha rebajado a 5 años el de colaboración con organización terrorista.

El acusado ha confesado ante el tribunal presidido por la magistrada Ángela Murillo que se arrepiente "mucho" de haber captado y radicalizado en los postulados del Daesh a chicas de entre 13 y 14 años con problemas de adaptación familiar, a las que pretendía enviar a zonas de conflicto para ser mujeres y madres de combatientes.

"Sí, señoría", ha respondido ante su abogado cuando le ha preguntado si se arrepiente de haber colaborado con la organización terrorista. "Gracias señoría, gracias señor fiscal", han sido las últimas palabras del acusado antes de que el juicio haya quedado visto para sentencia.

Víctimas «fácilmente manipulables»

Según el relato del Ministerio Público, el acusado, tras haberse dedicado en 2013 a hacer proselitismo yihadista en internet, en 2014 decidió dar un paso más allá y puso en marcha su propia red de captación de chicas en la barriada de El Príncipe.

Sus víctimas tenían todas un «denominador común». Eran, en palabras de la Fiscalía, «fácilmente manipulables» porque eran adolescentes con problemas de adaptación familiar y social. La intención de Taileb era siempre la misma: convercerlas para que aceptaran contraer matrimonio con algún miembro del Daesh y luego convertirse en «madres de la futura generación de terroristas».

El lugar de reclutamiento era el Centro Cultural Islámico Imam Warsh de Ceuta. En estas instalaciones se impartían por entonces diversos cursos relacionados con el islam, a los que asistían unos 200 niños y niñas de edades comprendidas entre los 5 y los 16 años. Uno de los hijos de Tuileb también frecuentaba ese centro, lo que le abrió las puertas al captador del Estado Islámico.

Pero no todos los menores interesaban al acusado. El presunto yihadista escogía solo a chicas de entre 13 y 14 años «con marcados problemas afectivos». La Fiscalía cuenta con el testimonio de testigos protegidas que aseguran que el procesado les ofreció ayuda económica para ellas y sus familias si aceptaban desplazarse a Siria. A otra niña le compró un revólver de fogeo y la adiestró durante meses, además de forzarla a vestir de forma «más acorde con la interpretación más rigorista del Corán». A esta niña le hizo ponerse un niqab, la prenda que cubre todo el rostro, salvo los ojos.

La Fiscalía también se hace eco del relato de otra de las testigos, que afirma que llegó a ser agredida por el acusado en tres ocasiones cuando fue sorprendida fumando.

Tuileb, además, llegó a acompañar a una adolescente a la localidad marroquí de Tamil para conectar con radicales que defendían los postulados del Daesh. La chica llegó a volver sola al país vecino para tratar de escapar a Siria, aunque no logró su objetivo.

Doble alerta

La captura de Tuileb provocó una doble alerta en los servicios antiterroristas. Por un lado, fue la primera operación en la que se constató el intento del ‘Califato’ de reclutar niñas españolas para convertirlas en mujeres de muyahidines.

Por otro, los servicios de Información comprobaron que la red de Tuileb era, en realidad, un apéndice de una importante célula de captación desmantelada en junio de 2013 y que extendía sus tentáculos hasta la vecina Castillejos marroquí. Aquella estructura fue considerada la primera red yihadista que había enviado desde España a radicales para combatir en Siria e Irak. Aquel grupo fue desmantelado cuando trataba de enviar a un nuevo contingente de residentes en España para engrosar una brigada del Estado Islámico llamada Tariq Ibn Ziad.

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