UPN ve «una jugada rara» en el desmarque de sus diputados y amenaza con echarles
La formación advierte que si no entregan su acta en el Congreso iniciará los trámites para su expulsión
david guadilla
Sábado, 5 de febrero 2022, 01:18
«Una jugada rara que no se puede permitir». La decisión de los dos diputados de UPN de desoír la directriz de la dirección del ... partido y rechazar el decreto del Gobierno sobre la reforma laboral ha provocado una crisis desconocida y de consecuencias aún difíciles de cuantificar en la formación regionalista. Su presidente, Javier Esparza, no ocultó ayer su malestar hacia Sergio Sayas y Carlos García Adanero, afirmó estar «tremendamente dolido» y dejó caer que detrás de su voto puede haber algo más que una decisión política. Los socialistas van más allá y hablan directamente de que el PP les ha comprado. UPN les ha amenazado con la expulsión si no entregan sus actas y los aludidos insisten en que no piensan hacerlo. La fractura crece.
Una de las principales víctimas de la estrambótica sesión del jueves en el Congreso ha terminado siendo UPN. La formación regionalista decidió apoyar el decreto de la reforma laboral a cambio de que el PSN respaldase una modificación presupuestaria del alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y evitase su reprobación. Pero Sayas y García Adanero hicieron oídos sordos a la directriz y votaron contra la propuesta del Gobierno.
A partir de ahí, UPN se ha sumergido en una crisis de proporciones gigantescas. La situación del regidor de la capital navarra se complica al máximo, el partido ve cómo su imagen como oposición sólida al Gobierno de María Chivite se debilita y las diferencias internas que han existido durante los últimos años han salido a la luz de la peor manera posible.
Esparza fue ayer un paso más allá. No solo reclamó las actas de sus dos diputados, sino que directamente tras la sesión del jueves en el Congreso se sitúan «fuera» del partido y «no lo representan». Calificó de «gravísimo» lo sucedido y aseguró estar «tremendamente dolido más allá de lo personal». En una línea parecida se situó Miguel Sanz, expresidente foral y uno de los principales referentes de la formación. «Es una indisciplina en toda regla».
Pero ni Sayas ni García Adanero están dispuestos a dar su brazo a torcer. Los dos insisten en que no recibieron una instrucción clara y en que en ningún momento han roto la disciplina de voto. Es más, los dos pasaron al ataque.
Sayas y García Adanero pasan al ataque y cargan contra el actual presidente, Javier Esparza
«Me he dejado la vida»
Sayas aseguró que, en realidad, quien ha dejado de «representar» a los votantes de UPN es Esparza. La relación entre ambos se ha ido deteriorando con el paso del tiempo. En 2020 compitieron por el liderazgo del partido. Ganó Esparza, pero Sayas obtuvo más del 40% de los votos y ya lanzó una primera advertencia a su rival de que tenía que realizar cambios. Se demostraba, sobre todo, que dentro de UPN había dos almas que corrían el riesgo de separarse.
García Adanero también lanzó su propia ofensiva. Acudió al comité ejecutivo de su partido convocado para analizar la situación y antes de entrar en la reunión afirmó que «esta es mi casa, llevo 35 años de afiliado y nadie me va a dar lecciones de nada». «Me he dejado la vida por este partido y que ahora me llamen traidor por agradar a alguien me parece una pena».
Al término del cónclave UPN emitió un comunicado en el que recalcaba que «la grave indisciplina y el grave perjuicio para la imagen y respetabilidad de UPN nos obliga a pedirles que entreguen sus actas de diputados y, de no ser así, iniciar los procedimientos necesarios para su expulsión». García Adanero reconocía que el ambiente había sido «complicado». «Al final estas cosas no son agradables, pero bueno, ya hemos estado, hemos dicho lo que teníamos que decir y ellos han dicho lo que tenían que decir».
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