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Manuel Sánchez Corbí
El jefe de la UCO destituido estuvo 25 años en Euskadi y fue condenado por torturas

El jefe de la UCO destituido estuvo 25 años en Euskadi y fue condenado por torturas

Manuel Sánchez Corbí participó en la desarticulación de numerosos comandos de ETA

DAVID GUADILLA

Viernes, 3 de agosto 2018, 01:04

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Manuel Sánchez Corbí, el jefe de la unidad anticorrupción de la Guardia Civil destituido el jueves por el ministro Fernando Grande-Marlaska, fue un veterano en la lucha contra ETA y desarrolló buena parte de su carrera en el cuartel de Intxaurrondo. Elogiado por sus compañeros, en su hoja de servicios uno de sus principales lunares es la pena que se le impuso en 1997 por torturas a un detenido en Basauri cinco años antes. El Tribunal Supremo le condenó a un año de cárcel y seis de inhabilitación. El Gobierno de José María Aznar le indultó en 1999.

Gran conocedor del País Vasco, pasó buena parte de su juventud en el cuartel de Irún. Es hijo y nieto de guardias civiles. Bajo su mando fueron desarticulados varios comandos de la organización. Estuvo destinado en Euskadi durante 25 años y cuenta con la Legión de Honor de Francia. Llegó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita en 2013.

A finales del año pasado escribió el libro 'Sangre, sudor y paz' (Ed. Península), en el que relataba de forma cruda y directa los años más duros en la lucha contra el terrorismo. Durante la promoción de aquel trabajo, Sánchez Corbí levantó una polvareda política al poner en duda la colaboración del PNV en el combate contra ETA.

Aunque el jefe de la UCO matizó sus palabras, la reacción de la formación presidida por Andoni Ortuzar fue contundente. Exigió al Gobierno entonces presidido por Mariano Rajoy su reprobración y su desautorización por incluir al grupo nacionalista vasco «en el bando de los malos» en la lucha contra ETA. «Manuel Sánchez Corbí, condenado por torturas, incluye al PNV y a la Iglesia vasca en el bando de los malos en la lucha contra ETA y mantiene una inaceptable ambigüedad sobre la acción de los GAL», denunciaron los jeltzales. La polémica no fue a mayores.

Fernando Grande-Marlaska tuvo que tirar el jueves de galones al frente de su ministerio para fulminar al jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por «pérdida de confianza», uno de los departamentos estrella dentro del Instituto Armado y encargado de casos de corrupción como los ERE fraudulentos, 'Lezo' o 'Púnica', entre muchos otros. La destitución de este alto mando llegó después de que el coronel Manuel Sánchez Corbí suspendiese el 24 de julio las investigaciones de la unidad que requiriesen el uso de fondos reservados al haberse agotado esa partida.

Tanto Interior como las autoridades judiciales desconocían de antemano la decisión del exjefe de la UCO, lo que generó un hondo malestar en el ministerio que dirige Grande-Marlaska, desde donde se señaló que, con aquella orden, se pusieron en riesgo operaciones policiales que estaban en marcha.

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