«No estamos en la dirección del Estado, el PNV va a Madrid para contribuir a la estabilidad»

- Lo más importante es trabajar conjuntamente con los partidos vascos para afianzar relaciones. Luego será la ciudadanía la que decida si el PNV mantiene esta amplia hegemonía o no.

- ¿Les preocupa la apuesta de Podemos y EH Bildu por el tripartito de izquierdas? ¿Ven al PSE en esa operación?

- No ahora. Para eso también hace falta que algunos partidos mejoren sus resultados: una cosa es la voluntad y otra la aritmética. Va a depender más de la situación del PSE que de los otros dos. Nadie sabe cómo puede estar Podemos en tres o cuatro años, se puede ir diluyendo a medida que Bildu consolide su influencia en la política estatal. Es una opción, más plausible en lo municipal que en general, pero me resulta difícil verlo.

- ¿Habló personalmente con Pilar Garrido tras decir la líder de Podemos que lo democrático y lógico es sacar al PNV para que gobierne la izquierda?

- No, no tenemos relación personal. Sí me molestó muchísimo que dijera que eso era 'lo' democrático. Democrático es que se configuren mayorías suficientes en las instituciones que no siempre tienen que pasar por la fuerza más votada. Pero 'lo' democrático no puede ser expulsar al PNV como si no tuviéramos 125 años de historia en los que hemos demostrado estar en contra de dictaduras, fascismos y terrorismo. Sí, claro que duele.

- ¿El interés del PNV en pactar con Podemos Euskadi es subrayar el aislamiento de EH Bildu?

- No. La oferta se hace a los tres partidos de la oposición. Claro que nuestra mayoría es amplia y eso da estabilidad al país y tranquilidad al Gobierno. Pero es verdad que con Podemos llegamos a un acuerdo importantísimo el año pasado, en el que hicieron un gran esfuerzo, y además están en el Gobierno de España, al que apoyamos. Veo a Podemos intentando enfriar el acuerdo y marcando líneas rojas que no entiendo.

- Les acusan de incumplir el del año pasado.

- No es verdad. Todo lo que dependía del Gobierno y no de agentes externos se ha cumplido. Me gustaría que al menos no hubiera una predisposición negativa a sentarse este año.

- ¿Hasta qué punto hay diálogo real con la oposición? Les acusan de no tenerles en cuenta para los fondos europeos.

- Las instituciones y la iniciativa privada están trabajando, pero no me consta que la oposición haya presentado ninguno, pese a que dicen que lo han hecho.

- ¿Creían que el apoyo del PNV en Madrid garantizaba el de los morados en Euskadi?

- No, no necesariamente. Pero lo que está bien en Madrid y en Iruña no puede estar mal en Gasteiz. Es importante mantener la coherencia. Podemos y EH Bildu están aprobando partidas concretas en los PGE y en Navarra que luego aquí les parecen insuficientes. Un poquito más de predisposición hacia los Presupuestos 'de casa' sería de agradecer. Parece que están más dispuestos a cogobernar en el Estado que en Euskadi. A veces con Bildu es difícil hablar de partidas o de capítulos de una ley. Para ellos es más fácil construir algo a 600 kilómetros. Se lo tendrán que explicar a sus bases.

- ¿Al PNV le quita el sueño el desembarco de Bildu, con gran protagonismo mediático, en la política institucional?

- Bildu está haciendo su transición, a Sortu todavía le queda algo más de camino y lo que no podemos hacer ahora es negarles representatividad y legitimidad para llegar a acuerdos. Mucho más me sorprende que ellos se dejen embaucar por Podemos en Madrid, que parece que les representa más que lo que se representan ellos mismos. Nosotros no tenemos ese problema, somos el PNV y tenemos interlocución propia. Si lo que haga Bildu en Madrid repercute positivamente en Euskadi, bienvenido sea, han tardado 40 años.

- Iglesias incluyó a ERC y Bildu en la «dirección de Estado». ¿El PNV está también ahí?

- No. Nosotros bastante tenemos con preocuparnos del territorio al que representamos. Eso sí, la estabilidad del Estado siempre nos ha preocupado porque influye directamente sobre la situación en Euskadi. Pero nosotros no vamos a Madrid a gobernar España, sino a contribuir a la estabilidad del Estado.

- Así que ustedes de tumbar el régimen, nada.

- (Risas). Es que... Nosotros no vamos a entrar en el régimen que vaya a tener el Estado español, que atraviesa una crisis institucional terrible aceptada ya por todo el mundo. Nos importa el encaje de Euskadi desde la bilateralidad. Si Bildu quiere determinarlo, es cuestión suya.

- ¿Es una paradoja que la izquierda abertzale, sin condenar a ETA, tenga ya carta de legitimidad en Madrid y sin embargo en Euskadi se estreche el cordón sanitario sobre Vox?

- No pongo en duda la legitimidad de la representación de Vox, pero no propiciaremos que una sola representante en el Parlamento vasco pueda determinar la vida política de Euskadi, cuando además no viene a sumar. Estos sí que vienen a tumbar el régimen, el régimen democrático que tanto esfuerzo, tantas vidas y tanta sangre nos ha costado.

- ¿Pedro Sánchez tiene cuerda para toda la legislatura?

- Tiene un Presupuesto que le aseguraría poder aguantar toda la legislatura. Lo que no sé es si es su intención o no y si dentro de su tacticismo, dependiendo de las encuestas, pudiera tener alguna querencia a fortalecer su representación con unas elecciones anticipadas.

- ¿Serán las elecciones catalanas las que lo aclaren?

- Sin duda. El futuro de Cs a nivel estatal va a depender mucho de eso, lo mismo que la relación del PSOE con ERC. En los cálculos de Sánchez influirá mucho también la fuerza que tenga En Comú Podem, aunque no sea exactamente igual a Podemos. Serán la gran piedra de toque.

- El PNV muy cómodo no estará en un tablero tan inestable.

- Y Sánchez muy meditadamente lo utiliza con cierta habilidad. Siempre tiene ahí la opción de Cs, que le haría menos dependiente de los pequeños, y la presión de Podemos, con ese eje ERC-Bildu. Sánchez juega con esas dos opciones, que generan dificultades a terceros. Suelen decir que tienen un acuerdo preferencial con nosotros. Con que lo vayan cumpliendo nos conformamos. El famoso depósito de confianza hay que reponerlo.

- ¿Les preocupa el desgaste que la gestión de la Covid-19 pueda tener en el Gobierno vasco y en concreto en la persona del lehendakari Urkullu?

- Sea cual sea el coste para el partido y sus representantes, las decisiones se van a tomar con responsabilidad. Ese desgaste, si es que existe, no nos va a importar porque lo importante es salir de esta situación con garantías.

- Al asumir Euskadi la gestión de la crisis han arreciado las críticas y ha habido errores graves como dejar de contabilizar los ingresos hospitalarios por positivo en antígenos. ¿Igual el mando único no era tan mala idea?

- No. Cuando hablamos de cogobernanza lo decimos porque nos lo creemos y supone responsabilizarse de las decisiones en un momento en el que nadie en el mundo tiene certidumbres. Las directrices políticas se toman a partir de las sanitarias, pero es que ni tan siquiera entre los expertos hay unidad de criterio.

- ¿La decisión de abrir la hostelería se toma por la presión de hosteleros y alcaldes o por criterios sanitarios?

- Se toma por responsabilidad política. Sabemos que son decisiones muy difíciles que no son del agrado de todo el mundo. Hay que ser responsables y no buscar rentabilidades populistas como en otros lugares. No seríamos el PNV si lo hiciéramos.