Isabel Celaá: «La relación entre los socialistas y el PNV viene bien para dar serenidad a la política»

- ¿Qué supone para usted asumir las riendas del Ministerio de Educación y la portavocía del nuevo Gobierno socialista?

- Empezando por lo segundo sin duda un desafío mayor, puesto que la educación la conozco razonablemente aunque voy a cambiar de perspectiva. Ahora voy a tener una perspectiva más global, pero espero poder ponerme al día enseguida. Lo que es una portavocía, y una portavocía tan amplia, es una responsabilidad que miro con respeto.

- Me imagino que es consciente de la sobreexposición mediática y la presión a la que se va a ver sometida a partir de ahora.

- Soy muy consciente. Llevo trabajando en política muchos años y creo que sé lo que eso supone. Por eso digo que miro la tarea con mucho respeto y espero trabajar mucho para poder estar a la altura.

- Ha sorprendido la configuración del Gobierno de Pedro Sánchez, plurinacional y con once mujeres.

- Siento mucho orgullo y satisfacción por pertenecer a él. El presidente no sólo ha demostrado un gran valor, sino una gran visión política porque es ciertamente y con distancia el Gabinete con más mujeres de toda Europa. Y esto ocurre en un momento, además, histórico en el que las mujeres están empoderándose de la perspectiva vital. Se ha conformado un Consejo de Ministros que está muy a la altura de la contemporaneidad.

- Se habló en principio de una especie de Ejecutivo de transición, con un límite temporal escaso, pero da la sensación de que se ha formado para durar.

- Esa es la ambición y además es la ambición que se corresponde con una responsabilidad política. Es un Consejo de Ministras, aunque institucionalmente sea un Consejo de Ministros, que está configurado por gente tremendamente curtida. Nadie de los que estamos aquí vamos a tener el mínimo tiempo para aprender, ya venimos aprendidos de casa. Por tanto hay que empezar a trabajar inmediatamente. La búsqueda que ha hecho el presidente del Gobierno para elegir a los ministros demuestra valor y también enormes dosis de modernidad.

- El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se ha prodigado en halagos hacia el nuevo Gabinete. ¿Se esperaba un recibimiento así de los jeltzales?

- Lo recibo muy satisfactoriamente, la verdad. Nuestra relación en Euskadi y ahora también en España con el PNV no sólo es histórica, sino que viene bien para serenar el ámbito político, y es eficiente. Y así queremos seguir. En un momento en el que hay ira en algunas fuerzas políticas por la manera en que han transcurrido los últimos días, lo que hace falta es estabilizar, serenar y escucharnos. Todos tenemos miradas diferentes y visiones distintas, pero hagamos el favor de mirar al menos durante un tiempo en la misma dirección porque la ciudadanía lo requiere y nos lo demanda.

- ¿Intuye una reunión cercana entre Sánchez y el lehendakari, Iñigo Urkullu?

- El presidente y el lehendakari imagino que tendrán muy buena relación y que esa reunión puede producirse en cualquier momento. Seguro que hablan con naturalidad y que ya habrán hablado.

- El Gobierno está hecho para durar, pero con 84 diputados está en franca minoría. ¿Asume que este escenario complica sobremanera las posibilidades de sacar adelante sus proyectos?

- Absolutamente, pero como digo éste no es un Gobierno de aficionados y conoce la complejidad del momento. Precisamente por esa complejidad yo creo que tiene más mérito que haya 18 personas que se hayan sentado en el Consejo de Ministros para trabajar por mejorar el ámbito político.

- Por las declaraciones de sus compañeros de Gabinete Cataluña emerge como una de las primeras asignaturas. ¿Cómo afrontarán el problema? ¿Habrá algún tipo de acercamiento a Quim Torra?

- Todo eso hay que explorarlo. Como digo necesitamos serenar la política. Hay que mantener obviamente un respeto institucional impoluto. Hay que respetar las diferencias, pero dentro del marco de la ley.

- ¿Ha establecido ya las líneas maestras de su labor al frente del Ministerio de Educación?

- Siempre he pensado en la educación y en la investigación como puerta a la economía a partir de lo que es el desarrollo de la persona. Cada persona es única y así debe tratarse, al margen de los ritmos de aprendizaje que tiene cada cual. Tenemos que tener la ambición de no dejar a ningún alumno atrás.

- Ha insistido en la necesidad de mejorar la Formación Profesional. ¿La implantada en Euskadi puede servir de referencia?

- Tenemos un país que creo que todavía no reconoce suficientemente que la FP es un ámbito de competencia excelente. Se ha visto en el País Vasco. Queremos hacer unos ciclos formativos de grado superior, con inglés, para formar auténticos profesionales. Y estarán a la altura de Europa. En Europa van a desaparecer todos los puestos de trabajo que no requieran cualificación.