Interior acerca al etarra acusado de asesinar al psicólogo de Martutene en 1997

Gómez Elosegui fue asesinado de un tiro en la nuca. De 37 años, su asesinato provocó una enorme conmoción. Su labor en la prisión había estado muy volcada en la reinserción de los reclusos. Afiliado a ELA, era un firme defensor del acercamiento de los presos de ETA a Euskadi. El crimen fue presenciado por varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que aunque no pudieron evitar los disparos, lograron capturar en el lugar de los hechos a Elejalde tras un tiroteo.

Su arresto acabó derivando en un complejo y polémico proceso judicial después de que el etarra acusara a los agentes de haberle infligido torturas. El 'caso Elejalde' tuvo una derivada política importante. Algunos dirigentes como Joseba Egibar y Javier Madrazo tuvieron que declarar ante el Tribunal Superior al haber defendido la tesis de los malos tratos y haber sido denunciados por diversos sindicatos policiales. El consejero Juan Atutxa tuvo que acudir al Parlamento. Al final el caso fue sobreseído.

Elejalde fue condenado a 28 años por el asesinato de Elosegui. No fue la única condena que se le impuso. También fue sentenciado a otros 15 años por herir a un cocinero en San sebastián en otro atentado con bomba cometido en 1996. Durante los últimos años ha cumplido condena en Puerto-I (Cádiz). El Gobierno ha ordenado su traslado al Centro Penitenciario de León.

Por su parte, Íñigo Vallejo Franco pasará de la prisión de Dueñas (Palencia) a la de El Dueso (Cantabria). En el año 2000 fue condenado a 17 años de cárcel por delitos de terrorismo y lesiones cometidos en acciones de kale borroka. Y en 2002 a otros 13 años de cárcel por haber dispuesto los explosivos para llevar a cabo una «campaña de atentados» en Sevilla con motivo del Consejo Europeo que se celebró el 21 y el 22 de junio de 2002.

El tercer recluso es Garikoitz Etxeberria Goikoetxea. Irá del Centro Penitenciario Sevilla-II a la prisión palentina de Dueñas. En 2009 fue condenado a 27 años y nueve meses de prisión por pertenencia a organización terrorista y por los delitos de transporte y depósito de sustancias explosivas, fabricación de aparato explosivo, falsificación de placas de matrícula y de documentos oficiales y de tenencia ilícita de armas.

«No hace falta que colaboren con la justicia, les vale con unas cartas tipo de arrepentimiento, da igual a cuantas personas hayan asesinado e incluso en las últimas semanas no se tienen ni en cuenta las propuestas de las juntas de tratamiento de las prisiones», criticó la AVT.