Iglesias sugiere que en la reunión con Bildu abordaron la política penitenciaria

Pablo Iglesias está convencido de que existen los mimbres suficientes como para lograr un acuerdo que permita al Gobierno sacar adelante los Presupuestos para el año que viene con ERC y Bildu. Una negociación que el miércoles intentó desbrozar con sendas reuniones al más alto nivel con Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua, de las que sacó una conclusión. «Les vi claramente en disposición de negociar y de llegar a acuerdos. Creo que depende de nosotros, del Gobierno, que haya un acuerdo de Presupuestos que se fundamente en la mayoría de la investidura».

¿Y qué puede hacer el Ejecutivo para tratar de convencer a Bildu? Por ejemplo, modificar la política penitenciara. En una entrevista en el programa de radio Carne Cruda, Iglesias no quiso concretar si hay avances en ese camino, pero sí dejó entrever que al menos hay movimientos. «Hay cuestiones sobre las que prefiero ser discreto».

El cambio en la política penitenciaria fue puesto como uno de los tres ejes sobre los que Bildu quiere que gire la negociación presupuestaria. Los otros dos serían el modelo territorial y los derechos sociales. Pero las cuestiones vinculadas con los presos de ETA siempre son las más polémicas, como se ha comprobado durante los últimos días.

La propia Aizpurua matizó el miércoles que su formación no está buscando la fórmula «presos por Presupuestos», sino algo así como «Presupuestos por derechos sociales». En todo caso, la política penitenciaria sigue siendo clave. En una entrevista en Euskadi Irratia, Arnaldo Otegi admitió este jueves que se trata de un asunto «delicado», pero que se solucionaría simplemente aplicando a los reclusos de ETA la legislación ordinaria, de manera que los enfermos y los de mayor edad puedan quedar en libertad y el resto sean trasladados a Euskadi. Más allá de eso, Otegi no quiso concretar qué tipo de acuerdo quiere cerrar su formación, pero sí recalcó que espera que haya «cambios notorios».

Y no solo en esa materia. En tono optimista, el líder de Bildu señaló que el encuentro del miércoles en la sede de la Vicepresidencia Segunda fue un ejercicio de «normalidad» y sirvió a la coalición soberanista para constatar que el Gobierno «tiene intención, aunque sea parcialmente, de desactivar algunas cosas, como la reforma laboral».

Una sintonía que también destacó Iglesias. El vicepresidente segundo certificó durante la entrevista la voluntad de Bildu y ERC de «mantener la estabilidad de la legislatura». Según aseguró, Rufián y Aizpurua comparten con él «un sentido histórico de dirección de Estado» que se concreta, dijo, en que hay que iniciar un camino de reconstrucción política y económica de España.

El también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 enmarcó en «la normalidad democrática» que tanto él como la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, hayan impulsado rondas de negociaciones paralelas y consideró que en un Gobierno de coalición es lógico que no haya una voz única.

El siguiente gesto llegará la semana que viene, cuando Aizpurua se reúna precisamente con Calvo, para seguir avanzando en unas negociaciones que, sobre todo, buscan quitarle espacio a Ciudadanos.