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El terrorismo se estudiará pronto en las aulas de Bachillerato de Euskadi. De hecho, el Gobierno vasco quiere que sea en el próximo curso, el 2025-26. Un objetivo ambicioso, pero es la previsión con la que están trabajando todos los agentes implicados, que van desde el Departamento de Justicia y Derechos Humanos, el de Educación, Gogora y el grupo de trabajo de la UPV. Las propias consejeras, María Jesús San José y María Begoña Pedrosa, han celebrado varias reuniones para tratar de desbrozar el camino.
El terrorismo ya se toca de forma somera en el Bachillerato, pero cada centro goza de autonomía para decidir en qué medida y de qué manera, según señalan los expertos. En los últimos tres cursos una veintena de centros han probado, a modo de plan piloto, 'Herenegun'. La iniciativa, que comenzó en ocho centros en el curso 2021/2022, se suele impartir en cinco sesiones y se basa en otros tantos cuadernos y vídeos que abordan la historia de Euskadi desde 1960, con especial énfasis en el terrorismo.
El gran debate y el paso pendiente es la expansión del modelo a toda la red. Ahí tendrá peso la experiencia piloto, que ha servido para limar algunos aspectos. Por ejemplo, se quiso incluir el terrorismo como una materia de la asignatura de Historia de 4º de la ESO y 2º de Bachillerato, pero en la práctica se impartió en Primero de Bachiller. Se planteó como un contenido extracurricular en 2º de Bachillerato, el año de la Selectividad, un momento en que ikastolas, colegios e institutos apuran los tiempos para llegar a la prueba de acceso a la universidad con algo de margen. La expansión del modelo a toda la red y convertirlo en materia curricular eliminaría este problema y permitiría que pueda preguntarse en Selectividad por esta materia.
Hace ya unos meses que el grupo que se ha conformado en la UPV, que trabaja con extremo celo y donde nadie quiere dar cuenta de los avances, se puso en contacto con Gogora para recabar elementos gráficos y vídeos que puedan complementar los manuales de historia que abordan el asunto. Pese al mutismo de todos los agentes, la hoja de ruta aspira a que pueda implantarse en el curso 2025/26, aunque la realidad es que el calendario apremia.
Otro de los elementos que genera duras es qué sucederá cuando se pase de un modelo a la carta a unos contenidos concretos. Hasta ahora, cada centro gozaba de un gran margen de autonomía e iba confeccionando un programa con los testimonios que más podían llegar a su alumnado. Eso sucedía en 'Herenegun' y más todavía en 'Adi-Adian', las entrevistas en vídeo y presenciales con víctimas de los diferentes grupos terroristas que han actuado en Euskadi. Ahí acceden a un portal y se descargan lo que cada centro considera necesario. Se manejan diferentes relatos de lo sucedido, aunque con una base común. Pero si la materia se convierte en curricular habrá que clarificar los contenidos con mayor exactitud.
«Las valoraciones de los participantes en 'Herenegun', tanto de los alumnos como de los profesores, son coincidentes y muy positivas», celebran quienes han trabajado con ellos. Para algunos alumnos supone acercarse a una realidad nueva de la que no conocían casi nada. Antes de empezar, hay chavales que situaban la violencia de ETA en torno a 1910 o desconocían la actividad del GAL. La experiencia les ayuda «a dimensionar la relevancia de lo que sucedido».
El CORREO preguntó a varias alumnas que tomaron parte en el acto que Gogora organizó en el BEC hace un par de semanas y que reunió a más de 400 alumnos con víctimas del terrorismo. «Yo no me imaginaba que lo de ETA había sido tan violento», confesaba Larraitz, una de ellas. «Es un tema muy duro y donde ha habido mucho sufrimiento. Sabíamos que ETA era un grupo terrorista que reivindicaba la independencia y que usaba la violencia. Pero en clase vimos la realidad, con documentales, y nos hemos puesto en la piel de los que han sufrido», valoraba Izaro. También los profesores celebraban los avances. Ana Rementeria, docente de Lauaxeta, reconocía que «ha sido muy interesante para los alumnos y creo que supone un punto y aparte para ellos porque les impactó mucho». Varios profesores insistían en la necesidad de ampliarlo a toda la red.
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