El Gobierno vasco y Bildu se enzarzan por el Pacto de Salud
Bildu se niega a hablar de un acuerdo como tal mientras el Ejecutivo le acusa de liderar «una actitud minoritaria»
El alcance del Pacto de Salud en Euskadi sigue dando que hablar incluso después de su firma. El Gobierno vasco y el principal partido de ... la oposición, EH Bildu, se enzarzaron ayer en una discusión pública sobre el valor del acuerdo, que en la mayoría de sus líneas de trabajo recabó un importante grado de entendimiento pero que acabó algo resquebrajado en su conjunto. El Ejecutivo de PNV y PSE-EE habla de un consenso «histórico», pero la coalición soberanista le enmienda la plana y lo bautiza directamente como «no-pacto».
Tras diez meses de proceso, el viernes se celebró la última reunión de la Mesa de Salud, una de las principales iniciativas de Imanol Pradales para abordar la gran preocupación social de los últimos años. Participaron una treintena de agentes -partidos políticos, colegios profesionales, sindicatos, asociaciones de pacientes, representantes empresariales, universidades...- en un total de 24 grupos de trabajo. Sus respectivas ponencias acabaron siendo aprobadas, aunque con menor consenso en temas como la colaboración público-privada o la política lingüística.
Ayer, en la primera reunión del Consejo de Gobierno tras finalizar el proceso, el titular de Salud, Alberto Martínez, compartió con sus compañeros un balance positivo sobre la iniciativa. Según expuso después la portavoz, Maria Ubarretxena, «se ha alcanzado un acuerdo y consenso histórico de la mayoría de colectivos que tienen algo que decir en materia de salud». Aseguró que el Ejecutivo está «satisfecho con el resultado» y subrayó los «compromisos y acciones de futuro» que contiene el documento.
Ubarretxena quiso, además, mandar un mensaje en clave política a EH Bildu, que en la votación final se posicionó a favor de 11 de las 24 ponencias, se abstuvo en cinco y rechazó las otras ocho. En su opinión, los de Pello Otxandiano «han quedado en evidencia, liderando una actitud minoritaria con el desacuerdo frente a todos los demás». La portavoz del Gabinete Pradales incluso fue más allá y lamentó que, «como siempre», la coalición soberanista se queda fuera de todo aquel acuerdo en el que «no puede imponer su criterio».
El «no-pacto»
Estas afirmaciones desataron la respuesta inmediata de la principal fuerza de la oposición, que las tachó de «hiperbólicas». Para EH Bildu, el Gobierno vasco se está haciendo «trampas al solitario» con el alcance del acuerdo. «Cuando los sindicatos que representan a una inmensa mayoría de los trabajadores de Osakidetza no suscriben el no-pacto de Salud, no se puede hablar de pacto», explicaron fuentes de la coalición soberanista. «Si tan orgullosos están, no se entiende muy bien por qué se utiliza el ataque para defenderlo», remachó el grupo de Otxandiano, que ofrecerá una comparecencia en los próximos días para profundizar en su visión al respecto.
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