El Gobierno vasco y EH Bildu enfrían la reedición de su pacto presupuestario
La coalición abertzale exige un «cambio estructural» en una negociación marcada por las elecciones del próximo mayo
La negociación para sacar adelante los Presupuestos de Euskadi para 2023 arrancará de forma oficial la semana que viene, pero ayer se vivió un preámbulo ... que puede servir de guía para lo que está por venir. El Gobierno vasco y EH Bildu enfriaron la posibilidad de que este ejercicio se reedite el acuerdo alcanzado el año pasado, un acercamiento que facilitó la abstención de la coalición soberanista a cambio de la introducción de varias enmiendas. A día de hoy, las distancias parecen mucho mayores porque la formación liderada por Arnaldo Otegi plantea una modificación «estructural» del proyecto. Y eso es algo que, como recalcó el consejero Pedro Azpiazu, no entra en los planes del Gobierno vasco.
Los antecedentes demuestran que los giros de guion pueden llegar en cualquier momento. El año pasado todo indicaba que el PNV y el PSE no lograrían sumar más apoyos a las Cuentas -cuya aprobación está garantizada porque suman mayoría absoluta-, pero a mediados de noviembre todo cambió. Azpiazu asumió 72 de los 118 millones de la propuesta presentada por Bildu y añadía varios contenidos extrapresupuestarios.
Las diferencias el año pasado también parecían insalvables y al final hubo consenso
La diferencia es que ahora el punto de partida parece más alejado y el contexto no es el mismo que había a finales de 2021. La escenificación de las discrepancias se vivió en la comparecencia de Azpiazu en el Parlamento vasco. El consejero de Hacienda pidió a la oposición que haga «un ejercicio de realismo político-económico» y advirtió directamente a EH Bildu de que «dar un cambio estructural» a las Cuentas «va a ser difícil». Lo que vino a decir Azpiazu es que el margen para introducir modificaciones es muy estrecho. «Estamos dispuestos a colaborar, pero vamos a ver en qué marco y con qué intensidad», afirmó el consejero, quien en todo caso subrayó que el Gobierno no quiere «cerrar ninguna puerta».
Pero la realidad es que, al menos en estos momentos, la que conecta con EH Bildu está cerca de ser clausurada. La coalición soberanista considera que no se trata de añadir unas enmiendas, sino de darle la vuelta al proyecto porque «vivimos un cambio de época que obliga a cambiar el rumbo», afirmó la parlamentaria Leire Pinedo. Denunció que el peso de la Educación y la Salud en los Presupuestos «nunca había sido tan bajo en los últimos 14 años» y recalcó que, por contra, la partida para el TAV «sube un 140%».
Pero más allá de las discrepancias técnicas, hay un escenario político con claras diferencias respecto al del año pasado. La más evidente, que en menos de ocho meses hay elecciones municipales y forales. Y en ellas PNV y EH Bildu competirán con el cuchillo entre los dientes.
Bildu tiene que hacer equilibrios entre su apuesta pactista y las tensiones internas
Pactos y contradicciones
La coalición ha tratado de reforzar su imagen de alternativa sólida con la que se puede llegar a acuerdos. Dentro de esta estrategia se enmarca la decisión de pactar el año pasado con el Gobierno vasco, de convertirse en socio habitual de Pedro Sánchez y de abrir debates internos incómodos, como el de la política energética.
Una apuesta por el pragmatismo que, por contra, genera tensiones en parte de su militancia, la que considera que Bildu está abandonando su vertiente más reivindicativa. Y es en esos equilibrios y en las posibles contradicciones que se puedan generar en los que se moverá en las próximas semanas Bildu. Unas dudas a las que ayer se refirió Andoni Ortuzar. El presidente del PNV instó a la izquierda abertzale a decir «desde el principio si no quiere el acuerdo», le pidió que «deje de mirar por el retrovisor electoral» y alabó el pacto del año pasado.
Mientras tanto, el Gobierno vasco no descarta que si no hay fumata blanca con los de Otegi, lo pueda haber con Elkarrekin Podemos-IU. Ya lo hubo a finales de 2019. Más complicado se ve con PP+Cs e imposible con Vox.
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