El Gobierno vasco alerta de «movimientos» que persiguen deslegitimar a la Ertzaintza
El consejero Zupiria desvela que 40 jóvenes asaltaron con violencia la comisaría de Azpeitia y robaron material policial
La ola de incidentes que en las últimas semanas ha recorrido diferentes localidades de Gipuzkoa con la Ertzaintza como objetivo de los violentos ha puesto ... de manifiesto, según el Gobierno vasco, que dentro de la sociedad existe un reducto de población que no reconoce a la Ertzaintza como una autoridad básica del autogobierno y que pone en duda su legitimidad como cuerpo policial y garante del orden público. Así lo reconoció ayer el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, que se mostró muy crítico con la actitud mantenida por EH Bildu en relación a esos altercados, poniendo especialmente el foco en lo sucedido en Azpeitia y en la reacción de su alcaldesa.
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Para el Ejecutivo autonómico, lo ocurrido el pasado fin de semana en esa localidad -asalto de la comisaría y agresiones a ertzainas y policías municipales- y la posterior reacción de la coalición abertzale denotan un comportamiento que pretende desnudar de licitud a la Ertzaintza, que inició su despliegue hace más de 40 años y durante décadas fue objetivo de ETA. «Es la Policía democrática de este país. La inmensa mayoría de esta sociedad estamos a su favor y la vamos a proteger», afirmó con rotundidad Zupiria.
En el Departamento de Seguridad han molestado especialmente las declaraciones de la alcaldesa, Nagore Alkorta (EH Bildu), quien criticó el «desproporcionado» despliegue de la Ertzaintza en su municipio, con «una presencia excesiva desde la mañana», dejando entrever cierta responsabilidad de los agentes en el origen de los altercados. Zupiria resaltó ayer el «nulo apoyo» de la primera edil a la «presencia y actuación» de la Ertzaintza y que una «representante institucional ponga en cuestión el carácter institucional de la Ertzaintza y sus funciones». «Parecería que nuestra Policía no es querida en Azpeitia y que sus ciudadanos no quisieran ver a los ertzainas de uniforme por la calle haciendo su trabajo. Si es así, me preocupa muchísimo», señaló el consejero en una entrevista en la radio pública vasca. «No me parece normal que haya movimientos en este país (en referencia a la izquierda abertzale) que cuestionen la existencia de la Ertzaintza y que la mera presencia de un agente en un espacio público sea un problema para ellos. Eso no lo podemos admitir», añadió.
Hasta ahora se conocían detalles parciales de los incidentes sucedidos el pasado fin de semana en Azpeitia, en el que dos ertzainas resultaron heridos de diferente gravedad tras ser agredidos por medio centenar de jóvenes de la localidad. Estos últimos habían asaltado minutos antes la comisaría de la Policía Municipal para recriminar a los agentes locales por una actuación previa. Ayer, Zupiria realizó un relato pormenorizado de lo sucedido, que incluyó agresiones, asalto a dependencias municipales y robo de material policial.
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Según el consejero, una patrulla de la Ertzaintza descubrió alrededor de las cuatro de la madrugada y con la localidad celebrando sus fiestas a un joven mientras realizaba una pintada en un contenedor. Había escrito 'ACAB', acrónimo de la frase inglesa 'All cops are bastards' ('Todas las Policías son unas hijas de puta', según la traducción de Zupiria). Los agentes, que contaban con el apoyo de varios miembros de la Policía Municipal, sancionaron al autor, «que es lo que tenían que hacer». En ese instante se concentró un grupo de personas en el lugar, «que generó tensión y algunos enfrentamientos» con los funcionarios que no fueron a mayores.
«Hicieron lo que pudieron»
Minutos después, un grupo de jóvenes «fue a pedir explicaciones» a los guardias municipales por haber acompañado a los ertzainas en esa actuación previa. Tres de ellos accedieron a la comisaría, situada en los bajos del Ayuntamiento. Según fuentes sindicales, esas instalaciones carecen de una cámara de seguridad, por lo que los agentes no pudieron comprobar quiénes entraban. Ya en el interior, los asaltantes se enfrentaron a los agentes y abrieron la puerta para que entraran unas 40 personas más.
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Los funcionarios se vieron desbordados y pidieron «apoyo y ayuda» a la Ertzaintza. Mientras llegaban los refuerzos, tuvieron que encerrarse en un pequeño cuarto. Tres patrullas que se encontraban por las inmediaciones acudieron a esa llamada e «hicieron lo que pudieron» para tratar de desalojar a los jóvenes. Según el relato de Zupiria, fueron unos minutos de mucha tensión. «Hubo robo de walkies, hubo robo de esposas, hubo agresiones. Los agentes acabaron por los suelos y dos de ellos heridos», detalló.
Según diversas fuentes, no confirmadas por Seguridad, la intervención de un concejal consiguió finalmente apaciguar la situación. Todo lo sucedido estaría grabado por las cámaras personales que llevaban los ertzainas adosadas a su cuerpo y esas imágenes servirán para esclarecer lo sucedido e identificar a los responsables.
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