El Gobierno intenta marcar una distancia de «tranquilidad» ante la declaración de Cerdán en el Supremo

Los dos miembros del Ejecutivo se han visto obligados a pronunciarse a preguntas de los periodistas en un marco, la cumbre sobre financiación al desarrollo de la ONU en Sevilla, que el presidente Sánchez y su equipo están mimando por lo que representa para la proyección de la imagen gubernamental en el exterior y para aliviarse, en paralelo, de la presión de unas semanas aciagas tras el reventón de las investigaciones que inculpan a Cerdán. Tanto Montero como Grande-Marlaska han respondido con la misma pauta a las cuestiones sobre la declaración en sede judicial de quien era la mano derecha del presidente en el PSOE y para las delicadas negociaciones con Junts y Bildu: transmisión de calma ante lo que está por venir y realce del «compromiso ético», en palabras de Montero, de los socialistas contra la corrupción.

La también ministra de Hacienda, que ha mostrado su convicción de que Cerdán se ajustará «probablemente» al guion que le defina su defensa recomendándole que «colabore» con la acción de los tribunales, ha incidido en que si se determina que han existido conductas que «se han apartado» de la legalidad, sus responsables, a los que no ha puesto nombre, deberán «pagar las consecuencias». Y ha querido identificar el comité federal del PSOE del próximo sábado, que originalmente se iba a celebrar en su tierra, en Sevilla, para entronizarla como candidata a la Junta de Andalucía y las circunstancias han forzado a trasladar a Madrid, como el momento para escenificar un «afán renovado» a fin de «poner en marcha» las iniciativas anunciadas; en definitiva, e implícitamente, para reafirmar el liderazgo de Sánchez y la continuidad del Gobierno.

Esas iniciativas pasan, según anticipó el secretario general en sus dos comparecencias posteriores al tsunami del ‘caso Cerdán’, por remodelar la ejecutiva federal aprobada hace apenas medio año en el congreso celebrado, también, en la capital hispalense; reajuste que requiere, antes de nada, elegir el relevo en la secretaría de Organización, para el que internamente se da por hecho que Sánchez optará por una mujer, sobre todo después de que se conocieran los denigrantes audios entre el exministro José Luis Ábalos y Koldo García repartiéndose prostitutas en el contexto de mítines del partido. Junto a ello, se prevé una profundización en las medidas anticorrupción que, a todas luces, han quedado maltrechas una vez destapada la doble vida del dimitido número tres del partido.

El comité federal -«comité funeral», han comenzado a motejarlo en el PP, que augura otra semana de «infierno»-será el primer momento en que los principales cuadros del PSOE se verán las caras digiriendo aún un ‘shock’ que ha hecho más audibles las voces críticas con el devenir de la legislatura y en el que late la desazón sobre la posibilidad de seguir adelante sin adoptar decisiones traumáticas. Montero lo ha situado como la ocasión para que los socialistas se den «un abrazo fraternal» tras unas revelaciones que han causado internamente «mucho dolor y mucho duelo» y para salir de él con «un impulso añadido». Y ante la opción de que el Gobierno pretenda aguantar jugándosela a una negociación de los Presupuestos para 2026 no habiendo sido capaz de presentar los de este año por falta de apoyos, la vicepresidenta ha querido dar a entender que el Ejecutivo no tira la toalla invitando a sus socios a trasladar a las negociaciones los objetivos que ya permitieron la investidura. En el horizonte aflora encarrilar la financiación singular para Cataluña en la ya fijada reunión, tras las presiones de Esquerra, del Gobierno y el Govern de Salvador Illa el 14 de julio.

El comité federal -«comité funeral», han comenzado a motejarlo en el PP, que augura otra semana de «infierno»-será el primer momento en que los principales cuadros del PSOE se verán las caras digiriendo aún un 'shock' que ha hecho más audibles las voces críticas con el devenir de la legislatura y en el que late la desazón sobre la posibilidad de seguir adelante sin adoptar decisiones traumáticas. Montero lo ha situado como la ocasión para que los socialistas se den «un abrazo fraternal» tras unas revelaciones que han causado internamente «mucho dolor y mucho duelo» y para salir de él con «un impulso añadido». Y ante la opción de que el Gobierno pretenda aguantar jugándosela a una negociación de los Presupuestos para 2026 no habiendo sido capaz de presentar los de este año por falta de apoyos, la vicepresidenta ha querido dar a entender que el Ejecutivo no tira la toalla invitando a sus socios a trasladar a las negociaciones los objetivos que ya permitieron la investidura. En el horizonte aflora encarrilar la financiación singular para Cataluña en la ya fijada reunión, tras las presiones de Esquerra, del Gobierno y el Govern de Salvador Illa el 14 de julio.