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GKS reunió este sábado en Bilbao a miles de personas en una manifestación «contra la guerra y el fascismo» en la que arremetió contra «la agenda belicista de Occidente». En una marcha llena de banderas rojas y palestinas –y sin ninguna ikurriña–, la marca juvenil ... del Movimiento Socialista quiso hacer de la «unidad obrera» el antídoto para frenar el auge de la extrema derecha global.
Los convocantes cargaron contra el aumento del gasto militar, en un momento en el que todas las potencias europeas comienzan a asumir que tendrán que elevarlo al menos al 2% del PIB tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Consideran que dirigir partidas «a la causa belicista» perjudica «a los sectores más débiles de la sociedad. A la salud, la educación y los derechos sociales».
En un intento por reforzar su proyecto «revolucionario», los portavoces de GKS, Saioa Galarraga e Iker Apraiz, cargaron contra un Estado burgués que, en su opinión, ha engullido a todos los partidos en el modelo de la democracia liberal, dominado por los «intereses de la cúpula empresarial y de los partidos políticos» tradicionales.
La crítica, por lo tanto, va dirigida a todos los partidos políticos que componen el arco parlamentario vasco, entre ellos una EH Bildu que creen que se ha alejado de posturas izquierdistas para asentarse en la socialdemocracia. La manifestación ocurrió, de hecho, en un momento en el que GKS y Ernai –la marca juvenil de Sortu– se disputan la hegemonía entre las generaciones más jóvenes. Y una demostración de fuerza como la de ayer influye a la hora de captar futuros militantes.
La crítica contra la nueva estrategia de la izquierda abertzale se enmarca más por su viraje económico que por la cuestión nacional, que no es una de los temas de los que hace bandera el Movimiento Socialista. Los portavoces de GKS razonaron que los partidos políticos de izquierda «reformista» también han «adoptado políticas de austeridad y recortado derechos políticos en la última década». Es este «fracaso» de las formaciones progresistas lo que creen que ha supuesto «el auge del fascismo».
El Movimiento Socialista ve en el PSOE el mejor ejemplo de esta deriva de la socialdemocracia europea. «Han aplicado políticas de excepción, endurecido el Código Penal, recortado el poder adquisitivo de nuestra clase y aumentado los presupuestos militares», denunciaron. Opinan que todo ello ha contribuido al «empobrecimiento y desapego político», situación que dicen que «ha puesto las condiciones para que la extrema derecha se arraigue en capas de la clase media y trabajadora». Ante esta situación, con un discurso netamente ortodoxo contra el sistema liberal, pese a que se hayan constituido como partido, llamaron a «la clase trabajadora a unirse al proyecto socialista».
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