Bea Fanjul se perfila como presidenta de las juventudes del PP

El decimoquinto cónclave de las juventudes populares deberá elegir al sucesor de Diego Gago, diputado por Pontevedra, al frente desde abril de 2017, cuando aún gobernaba Mariano Rajoy. El relevo se producirá en un congreso atípico, dado que las circunstancias sanitarias desaconsejan una reunión multitudinaria como la de Sevilla hace tres años y medio. Esta vez se optará por un formato semipresencial con sede en Barcelona. Será entre el 23 y 24 de enero, en plena precampaña de las elecciones catalanas.

Los planes de Casado pasan por potenciar más el peso de Nuevas Generaciones, organización que él mismo presidió entre 2005 y 2013. Desde que asumió el liderazgo del PP en julio de 2018, ha reforzado su papel en la estructura orgánica e incluso le ha asignado un asiento en el comité de dirección. Ahora, aprovechando el cambio de ciclo, el jefe de la oposición ha buscado a un perfil de confianza para sincronizar del todo las estrategias y «relanzar» la acción de los jóvenes en ámbitos como la vivienda, el empleo y la educación.

Fanjul, de 29 años, aceptará el reto. Convertida en una de las promesas de la formación conservadora, aspira a ser designada prácticamente por aclamación. En la actual ejecutiva de Nuevas Generaciones cuenta con un puesto discreto -es secretaria de Actos Públicos-, pero su peso en la organización juvenil en el País Vasco como secretaria general y especialmente su acta como diputada en el Congreso le servirán como una importante catapulta para subir de escalón. Le tocará ponerse al frente de unas juventudes con cerca de 35.000 afiliados en toda España.

Bilbaína de nacimiento, Fanjul tiene cinco hermanos -entre ellos, una gemela con la que le suelen confundir- y cursó estudios de Administración y Dirección de Empresas en la UPV. Se afilió a la organización juvenil del PP con 18 años, aunque no ocupó ningún cargo público hasta los 28. Fue cabeza de lista por Bizkaia en las elecciones generales de abril de 2019, pero se quedó sin escaño. En la repetición de los comicios, en noviembre, sí lo consiguió tras un agónico recuento del voto extranjero tres días después de la cita con las urnas.

En este año como aforada, en el que ha asumido la portavocía en la comisión de Violencia de Género, ha protagonizado sonados rifirrafes con la ministra de Igualdad, Irene Montero. Fanjul se define como un «alma libre» en el partido y fue una defensora de Cayetana Álvarez de Toledo como voz de los populares en el Congreso. Sus referentes políticos, en todo caso, están bien lejos de ese perfil. En varias ocasiones ha expresado su admiración por Gregorio Ordóñez y José Luis Martínez-Almeida.