«Antes de existir Bildu, EA sólo tenía un parlamentario y nos daban por muertos»

- ¿Se ha planteado dimitir?

- Mi nombramiento no tiene nada que ver con las primarias. El proceso se suspendió porque el sector crítico lo judicializó, se creó un vacío de poder y me eligieron en la asamblea nacional. Además de ser yo la única candidata, nadie ha recurrido ni denunciado ese hecho. Por lo tanto, atar mi nombramiento al proceso de primarias no es exacto.

- ¿Ha hablado ya con Maiorga Ramírez o con el sector crítico?

- No, porque la única interlocución que tienen es con los medios de comunicación y los juzgados. Pero sí ha habido intentos, también con él en persona.

- ¿Y nunca han llegado a nada?

- No. Ellos, en principio, sólo querían tener acceso a la base de datos, una función que no les correspondía. Y menos mal que el partido actuó como actuó, porque, tal y como dicen esta sentencia y la de primera instancia, habríamos incumplido el reglamento general de protección de datos.

- ¿Van a recurrir la sentencia?

- Lo estamos analizando. Entiendo que los críticos serán los primeros que querrán recurrirla después de lo que dice de su actuación en torno a la base de datos.

- Pues han pedido que no se recurra...

- No podemos interferir en el proceso de recurso. La sentencia no es firme hasta el 21 de septiembre si no se recurriese, y hasta entonces el partido considerará lo que tiene que hacer.

- También les plantean celebrar primarias el 23 y 24 de octubre.

- Si acatamos la sentencia sin recurrirla, tendríamos que rehacer el reglamento de primarias de arriba abajo: abrir un proceso de participación, someterlo a votación de la asamblea nacional... Y ya después podríamos convocarlas en un plazo de dos meses. No llegaríamos a esas fechas.

- ¿Va a convocar una mesa de diálogo?

- Ya la propusimos nosotros desde 2019 y entonces no querían. Ahora es cuando ponen encima de la mesa una oferta de diálogo que a mí no me parece sincera, viendo la manera de actuar que tienen. No se comunican con nosotros, lo hacen a través de los medios de comunicación y los juzgados. Ha habido muchas ocasiones para dialogar. Siempre ha sido el partido quien de forma unilateral lo ha propuesto y no han querido.

- ¿Convocaría ese foro, entonces?

- Tendrían que cambiar mucho las cosas. Yo creo que ahora hay una oportunidad maravillosa para el diálogo con el congreso. Ellos aluden mucho a esa «democracia interna» y yo también estoy de acuerdo. El proceso congresual ya está en marcha y es la mejor herramienta para garantizar la participación política y democrática de toda la afiliación.

- ¿Se plantea presentarse de nuevo a secretaria general en ese congreso?

- Todavía no estamos en esa fase. Lo fundamental es plantear una buena ponencia y unos buenos estatutos en los que estemos todos de acuerdo para organizar el partido como se merece. Cuando tengamos eso aclarado y acordado, llegará el momento de hablar de quién se encarga de dirigir esto. Lo importante es el qué y el cómo, no el quién.

- ¿Sortu ha fagocitado a EA?

- Creo que la impronta de EA en EH Bildu está más que clara. Es evidente en el tipo de políticas que hace Bildu. Lo que deduzco es que los críticos lo que quieren es volver al 2011. Y hay que recordar que entonces EA tenía un parlamentario y muchos nos daban por muertos.

- ¿Y cuál debería ser el encaje?

- EA está absolutamente identificada con la forma de actuar de EH Bildu. Cuando hablan de que se tienen que coaligar, no lo acabo de entender porque EA es EH Bildu. Con lo cual, EA no puede coaligarse con ella misma. Quien hace estas afirmaciones no entiende o no quiere entender qué es EA y qué es EH Bildu.

- Los críticos le reprochan que no condenara usted las últimas agresiones a jóvenes vinculados con el PP. ¿Por qué no lo hizo?

- Nadie puede poner en cuestión mi compromiso y el de EA con los derechos humanos. Lo que ha ocurrido es que algunos partidos políticos han intentado utilizar de manera perversa un texto cerrado. Y eso tenía una intención política muy clara. La violencia 'per se' es injusta, y quien niegue mi compromiso está negando y obviando todo el trabajo de EA en aras de lograr la pacificación de este país. Quien lo diga no nos conoce ni al partido ni a mí, y si nos conoce, desde luego está interpretando de manera torticera.

- Pero usted, como portavoz de EH Bildu, no utilizó la palabra «condena». ¿Responde eso a la presión que ejerce Sortu?

- Claro que no. Responde a una estrategia con una intencionalidad política de otras formaciones. Como secretaria general en funciones, siempre he rechazado y condenado todas las violencias. No creo que nadie pueda poner en cuestión ni mi postura ni la de mi partido.