Esteban escenifica que mantiene el peso de la negociación del PNV en Madrid

Esta realidad se pudo comprobar ayer con una materia simbólica como la «situación actual del proceso para la oficialidad del euskera en la Unión Europea». El nuevo presidente del EBB se reunió en Madrid con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para tratar esta cuestión, que el Gobierno central arrastra desde 2022 pero que nunca ha supuesto un hándicap para que los jeltzales reiteren su apoyo a Pedro Sánchez.

Albares también se reunió ayer por este mismo tema con una delegación de EH Bildu, en este caso formada por sus portavoces en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y en el Senado, Gorka Elejabarrieta. Ambas formaciones, junto a Junts y ERC, votaron a mediados de agosto de 2023 a favor de que la socialista Francina Armengol fuese nombrada presidenta del Congreso a cambio de que el Gobierno apoyase la oficialidad del euskera, catalán y gallego en las instituciones europeas.

Ese compromiso sigue sin cumplirse y tanto jeltzales como soberanistas reclamaron ayer al ministro de Asuntos Exteriores que el Gobierno dé pasos en ese sentido. Esteban optó por encargarse personalmente de ese encuentro y mantener así 'engrasada' la interlocución edificada en la última década con el Ejecutivo de Pedro Sánchez -la nueva portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, no participó en el encuentro-. En el horizonte, Esteban puede enfrentarse, ya como 'número uno' de su partido, a una negociación con el líder socialista sobre el posible apoyo a un proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que en estos momentos permanecen prorrogados por segundo año consecutivo.

En su encuentro de ayer, según fuentes de Sabin Etxea, el líder del partido trasladó a Albares la «importancia de que el euskera sea considerado un idioma oficial en el seno de la UE para garantizar su supervivencia».

La reunión de EH Bildu se desarrolló, según la formación independentista, en un ambiente «constructivo y cordial» y ambas partes se emplazaron «a seguir compartiendo los avances» que se den en esta materia. Además, Aizpurua y Elejabarrieta pusieron sobre la mesa un segundo punto en el orden del día: la decisión del ministro del Interior francés de «prolongar el cierre de los pasos fronterizos durante seis meses más y reforzar los controles policiales».

Por su parte, el ministro compartió en ambas reuniones los «avances para la oficialidad del euskera en la UE», que han permitido recientemente que las tres lenguas cooficiales de España -euskera, gallego y catalán- «puedan ya ser utilizadas en el pleno del Comité Económico y Social Europeo», un órgano consultivo compuesto por 329 representantes de las organizaciones de trabajadores y empresarios y otros grupos de la sociedad civil, incluidos 27 españoles.

En un inicio, las opciones de que el euskera lograra su oficialidad en la UE se toparon con la negativa de varios países, como Suecia e Irlanda, que eran muy reacios a dar ese paso. «Hay muchas lenguas minoritarias que no son oficiales dentro de la UE», llegó a afirmar en su día la ministra de Asuntos Europeos sueca, Jessika Roswall. De hecho, en septiembre de 2023 la UE aplazó sin fecha su decisión sobre la implantación de esas tres lenguas en las estructuras comunitarias.

Desde entonces, Albares ha tratado en varias ocasiones de lograr avances significativos que, por una u otra causa, no han llegado a buen puerto. El propio lehendakari ha llevado este asunto a las instituciones europeas durante sus dos viajes oficiales a Bruselas de lo que va de legislatura. Entonces, se reunió con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, a quienes insistió en la necesidad de que el euskera sea considerado un idioma oficial en la Unión.