Borrar
Juan Carlos I tras aterrizar en el aeropuerto de Abu Dhabi. Imagen de NIUS DIARIO

El rey emérito estaba ya en Abu Dabi cuando Zarzuela anunció el lunes que dejaba España

Juan Carlos I se desplazó desde Vigo a la capital de Emiratos Árabes en la que parece ser una primera escala de un futuro aún incierto que Zarzuela no comenta

Miguel Ángel Alfonso

Sábado, 8 de agosto 2020, 11:04

Comenta

Abu Dabi ha sido el primer destino elegido por Juan Carlos I tras anunciar el lunes pasado por carta que abandonaba España. Hasta ahora su paradero era un misterio que ni el Gobierno ni la Casa Real habían desvelado ni confirmado (sigue sin hacerlo), pero una información que adelantó 'ABC' el pasado viernes y una imagen difundida este sábado por el digital 'NIUS' apuntan a que el rey emérito voló el pasado lunes hacía la capital de Emiratos Árabes Unidos. Todavía se desconoce si se establecerá allí o si solo es una escala más en el viaje que ha emprendido. El runrún apunta ahora hacia Nueva Zelanda.

Durante toda la semana se había especulado con que el monarca había escogido una exclusiva urbanización en República Dominicana como residencia temporal. También se nombraron a las ciudades portuguesas de Estoril o Cascais, según la cadena de televisión pública del país luso. Sin embargo, el emérito tomó un jet privado desde Lugo hacia Abu Dabi en la mañana del mismo día en el que se desvelaba el contenido de la carta a Felipe VI, siempre según las informaciones publicadas. A las 10 horas partió de la ciudad gallega y el comunicado de la Casa del Rey se publicitó a las seis de la tarde.

En la instantánea publicada este sábado por 'Nius' se puede ver al monarca descendiendo de un jet privado con mascarilla. Una imagen sobre la que Zarzuela ha preferido no pronunciarse, mientras mantiene la postura de que el paradero de don Juan Carlos «se debe a un viaje privado» y le correspondería al rey emérito «dar los detalles».

Las autoridades emiratíes, mientras tanto, guardan silencio sobre la posible presencia de Don Juan Carlos en su país. Lo cierto es que el monarca mantiene muy buena relación con los representantes de las dinastías que reinan en los países del Golfo Pérsico y, desde su abdicación en junio de 2014, el emérito ha viajado hasta en doce ocasiones a estos países, con cuyos dirigentes mantiene relaciones cordiales e incluso de amistad.

Este vínculo con las monarquías árabes se remonta a principios de los años setenta, cuando el dictador Francisco Franco aprovechó los contactos del entonces príncipe para intentar obtener un abastecimiento de petróleo en plena crisis de 1973. Don Juan Carlos mandó un emisario al heredero saudí Fahd bin Abdulaziz al que este contestó con la siguiente frase: «Decidle a mi hermano Juan Carlos que le enviaré todo el petróleo que España necesite». A finales de aquella década, la relación seguía consolidada, y el príncipe árabe regaló el yate Fortuna al ya Rey de España. Ambos se reunían al menos una vez al año en la Costa del Sol, destino de veraneo predilecto de la casa saudí.

Precisamente, uno de los motivos de la marcha de Don Juan Carlos han sido las informaciones que señalan el supuesto cobro de 64 millones de euros por la adjudicación del AVE a La Meca que acabarían en una cuenta en el extranjero del entonces Rey de España, según apunta la investigación abierta por el fiscal suizo Yves Bertossa.

Juan Carlos I charla con el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, durante una visita al circuito de F1 de Abu Dabi. Reuters

Contactos árabes

El 26 de octubre de 2011, el rey Abdullah se decantó por la oferta española frente a su rival francesa para diseñar, construir, explotar y mantener durante 12 años la línea de alta velocidad ferroviaria que une las ciudades saudíes de Medina y La Meca. De esta forma culminaba una competición internacional de más de cinco años que había tenido como protagonistas a Juan Carlos I en el lado español y a Nicolás Sarkozy en el francés pugnando por hacerse con la suculenta adjudicación, a la que se bautizó como «el contrato del siglo».

Entre las pruebas que maneja la investigación se encuentran grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo a Corinna Sayn-Wittgenstein en las que pone en entredicho la conducta del emérito. En algunas de esas cintas, la que fuera amante de Juan Carlos I relata cómo traía dinero de los países árabes cada vez que acudía a los premios de Fórmula I.

Además de las buenas relaciones con las monarquías árabes, la elección de los Emiratos como destino también se debe a la mayor privacidad que ofrecen sus hoteles frente a los paparazzi.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El rey emérito estaba ya en Abu Dabi cuando Zarzuela anunció el lunes que dejaba España

El rey emérito estaba ya en Abu Dabi cuando Zarzuela anunció el lunes que dejaba España