El Ejecutivo vasco reclama a Sánchez que «no ceje en el empeño e intensifique la diplomacia»
Como era una noticia que, en mayor o menor medida, todos los agentes implicados daban por asumida, sus reacciones a la 'no decisión' de ayer ... en Bruselas fueron templadas y más contenidas que el pasado mes de mayo, cuando llegó el primer revés. El Gobierno vasco, por ejemplo, interpretó lo ocurrido como «un paso más en el largo camino» del reconocimiento del euskera en la UE. «Aunque este retraso tiene muy difícil justificación, estoy esperanzada en que finalmente se conseguirá porque Europa no puede construirse negando su diversidad», analizó la vicelehendakari y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea.
La dirigente jeltzale quiso poner en valor, pese al revés, la «diplomacia y el trabajo realizado por el Gobierno central», y reclamó a Pedro Sánchez que «no ceje en el empeño e intensifique más si cabe» los contactos en Bruselas «para lograr algo que es de justicia lingüística». «Nuestro compromiso es más firme que nunca», insistió.
En iguales términos se manifestó la portavoz en el Congreso de su partido, Maribel Vaquero, quien remarcó que este tema «no tiene marcha atrás». «Tardaremos más de lo que nos gustaría, pero lo seguiremos intentando hasta conseguirlo», aseguró. Como ya ocurriera en mayo, el PNV denunció como últimos responsables de lo ocurrido y de, en general, de los «continuos ataques» que está recibiendo el euskera, a PP y Vox. Y señaló directamente al presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alfonso Rueda, quien no suscribió la carta que Imanol Pradales y Salvador Illa enviaron a los responsables europeos para defender la oficialidad del euskera, catalán y gallego en la Unión. «Muestra nuevamente la oposición del PP de enriquecer culturalmente Europa con lo más preciado que tenemos para definir nuestra identidad: la lengua», apuntó Vaquero.
En EH Bildu daban por hecho el desenlace de la reunión de ayer, así que incluso antes de celebrarse, Pello Otxandiano llamó a «limitar un poco las expectativas tras la experiencia de la vez anterior». «Lograr la oficialidad es importante por muchos motivos (...) y puede ayudar a generar una corriente que nos sirva aquí para plantear los saltos que necesitamos en política lingüística», expresó el portavoz parlamentario de la coalición abertzale, quien desveló que su formación también está «trabajando discretamente» para lograr el reconocimiento en Bruselas.
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