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Ni un año ha tardado en acabarse la fiesta. El grupo de tres eurodiputados con el que Alvise Pérez logró irrumpir con fuerza en las ... elecciones de junio del año pasado se reduce desde ayer a un solo representante, él mismo, porque sus dos compañeros le han abandonado pegando un sonoro portazo. Diego Solier y Nora Junco escenificaron su ruptura con el agitador entre acusaciones de amenazas personales y chantajes sólo un día después de que el Tribunal Supremo abriera una tercera causa penal contra el fundador de Se Acabó la Fiesta, esta vez por mensajes de acoso contra una fiscal.
El distanciamiento entre el líder de SALF y sus ya excompañeros se viene produciendo desde hace meses. En diciembre, Solier y Junco se unieron al grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), liderado por el partido de la italiana Giorgia Meloni, que en cambió rechazó el ingreso de Alvise hasta que se aclararan sus investigaciones judiciales en España. Y en abril, el agitador emprendió una guerra contra ellos al sugerir que habían sido sobornados por 'lobbies' armamentísticos para, en contra de su criterio, apoyar el programa de rearme europeo cuando se sometió a votación en el Parlamento Europeo.
Tras intensificarse la presión contra ellos –máxime en las redes sociales, donde Alvise cuenta con una legión de seguidores muy activos– , Solier y Junco oficializaron ayer su ruptura con SALF. Ya no figuran como representantes de esta formación, sino como «independientes» dentro del grupo ECR. Según el comunicado que emitieron conjuntamente, a partir de ahora se declaran «comprometidos con una alternativa conservadora, moderna, proeuropea y alejada del populismo tóxico y el espectáculo». Unas alusiones veladas, estas últimas, al comportamiento de su exjefe, con el que dicen querer marcar «una frontera ética y política».
Los dos eurodiputados rechazan todo intento de «difamación, coacción y chantaje» como los que dicen haber sufrido ellos mismos por parte de Alvise. «Sus ataques personales, las amenazas públicas y privadas y las campañas de desinformación contra nosotros, incluyendo acusaciones absurdas y fabricadas, no sólo carecen de verdad, sino que revelan un estilo profundamente antidemocrático e incompatible con una labor institucional seria», añaden en el comunicado, en el que dejan claro que se desvinculan de «quienes hoy representan formas ajenas a nuestros valores».
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