«No hemos cuidado el partido ni a la militancia, teníamos la mirada corta»

- Los tres secretarios generales que ha tenido Podemos Euskadi en cinco años han dimitido por convulsiones internas. ¿Está preparada para afrontar una 'profesión' de riesgo?

- Podemos en sí ya es una profesión de riesgo porque siempre ha sufrido ataques, desde los sectores mediáticos hasta las cloacas del Estado. Estamos en el punto de mira y se asume. Más que riesgo, lo veo como responsabilidad.

- La vasca es una organización que ha demostrado tener unos cimientos frágiles. ¿Qué va a hacer para reforzar el aparato?

- Somos una fuerza política muy joven y convertirnos en un partido al estilo tradicional cuesta. Creo que tenemos el deber pendiente de fortalecer y construir por fin una organización. Hemos estado centrados en el trabajo institucional y en la lucha mediática, y no nos ha dado tiempo a construir el proyecto.

- ¿Es por eso que apuesta por un modelo de bicefalia, distinguiendo el trabajo orgánico y el institucional?

- Es importante que haya personas centradas en el trabajo orgánico porque hay que mimar el partido. Yo siempre he sido de construir equipos, me cuesta funcionar en solitario. Los cargos unipersonales me dan pereza. Yo pongo la cara, sí, pero voy a compartir tareas con mucha gente.

- En la presentación de su candidatura hablaba de «aprender de los errores». ¿Cuáles son?

- Hemos cometido muchos. Uno de ellos ha sido no cuidar el partido y a la militancia. Hay que prestarle atención, esfuerzo y cariño. Debemos basarnos en liderazgos compartidos a partir de valores feministas como la escucha, la empatía y el diálogo. Así podremos atraer a gente que ahora no está.

- ¿A qué se refiere con que no se ha cuidado la organización y a los militantes?

- Siempre hemos tenido la mirada muy corta porque nos comían las urgencias, había que responder rápidamente y decidir. Y en ese proceso te comes la parte de construir el partido.

- La anterior dirección renunció a dar la batalla, pero las heridas siguen ahí. ¿Cómo las pretende cerrar?

- Como en toda organización, ha habido enfrentamientos. Más si cabe en un partido tan plural y que se ha construido casi sin tiempo para debatir tranquilamente. Pero siempre hemos intentado fortalecer la organización. También Lander Martínez lo ha hecho. En esta nueva etapa creo que hay que ofrecer un proyecto con honestidad y centrarnos en los mimbres que compartimos.

- ¿Será el fin del 'errejonismo'?

- No creo que sea el fin de nada. Todo el mundo tiene un espacio y conmigo lo va a tener siempre. No quiero un Podemos ensimismado en cuatro ideas. Haríamos mal si nos planteáramos un partido cerrado en banda.

- ¿No volveremos a ver a Podemos facilitando unos Presupuestos del PNV?

- Eso nunca se sabe, no soy dogmática. Si el PNV pusiera encima de la mesa unos Presupuestos para la mayoría social, no se me caerían los anillos por firmarlos.

- ¿Y comparte que la anterior dirección lo haya hecho?

- A mí me habría gustado un acuerdo con cambios más tangibles y mejoras más importantes para los trabajadores. Y eso no se consiguió. Ilusión no me causa.

- ¿Teme que EH Bildu se haga con la bandera de la izquierda útil? Sus cinco diputados en el Congreso empiezan a ganar cierta relevancia...

- Cuestiones como la derogación de la reforma laboral han sido bandera de Unidas Podemos y con mucho esfuerzo lo incluimos en el programa de gobierno. Me parece buena idea que Bildu se sume a lo ya acordado.

- Entonces, ¿para qué hacía falta una ratificación? Al final ni siquiera parece que vaya a tener recorrido.

- Hacer falta no es la expresión. Cuantas más fuerzas políticas estemos empujándolo, mejor.

- Critican que el PNV vaya a Madrid a intentar sacar réditos para 'venderlos' luego en Euskadi. ¿No es lo que está haciendo también ahora la coalición abertzale?

- Todos vamos a Madrid para conseguir mejoras, concretamente para los vascos. Pero creo que si comparamos un kilómetro del TAV con la derogación de la reforma laboral, hay diferencias. Bienvenidos sean todos los logros cuando realmente salgan beneficios para los trabajadores.

- Insisten en conformar un tripartito de izquierdas. Viendo el panorama de la semana pasada, con Bildu resistiéndose a condenar el ataque a la casa de Idoia Mendia, ¿de veras lo ven viable?

- Creo que sí. Era viable y lo sigue siendo. Claro que es complicado, pero es la salida más beneficiosa para sacar adelante un proyecto alternativo que ponga la vida en el centro. Seguramente sea un proyecto dificultoso y con contradicciones, pero Podemos tiene experiencia en tejer.

- Hará falta muchísimo hilo...

- Hay mucha distancia, pero existen ejemplos de gobiernos de coalición que parecerían impensables. En Euskadi ya tenemos cierta experiencia en la cultura del acuerdo. Sigamos profundizando. Las cosas que no se intentan seguro que no se consiguen.

- En ese eventual tripartito, ¿apoyarían a la candidata de otro partido para ser lehendakari?

- Todo se negociará. Salimos a ganar y luego, con los resultados en la mesa, tendremos que hablar. No se trata de decir 'o nosotros o nada'. Desde luego no vamos a ser un obstáculo para que ese tripartito salga adelante.

- Los sondeos prevén un retroceso de Elkarrekin Podemos respecto a 2016.

- Las encuestas siempre nos dan medio muertos y luego la ciudadanía nos resucita. Eso es un lujazo.

- ¿Comparte la decisión de expulsar a Equo de la coalición?

- No es una expulsión. Ellos legítimamente decidieron ir con Más País y entonces no oí a nadie de Equo en Euskadi diciendo que querían estar con nosotros. Me habría gustado que se hubieran quedado.