La crisis de EA sigue viva con un nuevo recurso judicial

Ramírez sostiene que el sector oficial le apartó de forma injusta de la carrera abierta dentro de EA tras la dimisión de Pello Urizar en junio de 2019. De hecho, la primera denuncia que se presentó en su momento giraba sobre el uso de la base de datos de la formación, una herramienta clave para tener acceso a los militantes y fundamental para superar el número de avales fijados por los estatutos internos. Sin embargo, unos días después de las elecciones del 12 de julio el juzgado de instrucción hizo pública una sentencia que supuso un jarro de agua fría para sus aspiraciones. Rechazaba sus argumentos y daba carácter oficial al nombramiento de Eba Blanco como nueva secretaria general de Eusko Alkartasuna.

Ya en su momento, Ramírez y el resto de dirigentes y militantes que le respaldan recalcaron que la decisión judicial les parecía «incoherente» y calificaban como «una mala noticia para la democracia interna» que validase «la exclusión de Ramírez como candidato a la secretaría general sin que se dé a la afiliación la oportunidad de decidir».

En el recurso presentado ayer ante la Audiencia provincial de Álava se incide en esa misma idea, pero también se aportan nuevos datos. Según los denunciantes, una dirigente de EH Bildu, sin estar afiliada en EA, habría tenido acceso a los ficheros de militantes con el aval del sector oficial. Un hecho «grave», según los críticos, que insisten en la necesidad de que Ramírez pueda competir contra Blanco en igualdad de condiciones.

La acusación directa sobre la participación de una dirigente de Bildu, que fue además en la plancha con la que Arnaldo Otegi fue elegido coordinador general de la coalición, supone un salto cualitativo en una guerra cuyo fondo tiene que ver con el papel de EA dentro de la estructura de Bildu.