La crisis crónica de EA condiciona el proceso interno de EH Bildu
La coalición abertzale celebra el día 16 una asamblea general para sentar las bases de un congreso que busca consolidar su estrategia
david guadilla
Lunes, 11 de enero 2021, 01:03
EH Bildu ha comenzado la carrera para definir su hoja de ruta y liderazgos durante los próximos años. La fecha que está marcada en rojo ... en el calendario es el congreso que se celebrará en junio y que los dirigentes de la coalición soberanista quieren que sirva para consolidar su posición como principal alternativa al PNV. El primer paso será la asamblea general telemática convocada para el día 16. Con un protagonismo político al alza -al menos en Madrid- y viendo cómo sin haber condenado de forma explícita los atentados de ETA son tratados de tú a tú por el presidente del Gobierno, la única nube que se presenta en su horizonte es la crisis crónica en la que vive instalada EA.
Las principales ponencias que se llevarán al congreso, incluida la política, ya están en marcha. No se esperan grandes novedades sobre la línea que Bildu viene manteniendo desde hace unos años y que se ha reforzado a lo largo de 2020. El objetivo, según señalan los primeros borradores, es profundizar en su estrategia, ampliar la base social de la coalición y no tener miedo a dar pasos que hasta ahora podrían parecer impensables y que se basan en hacer un política a pie de calle.
Los discursos identitarios se mantendrán en una línea muy parecida a la que se expresó en el texto para la reforma del autogobierno presentada en el Parlamento en 2019. Es decir, no se abandonará del todo la defensa de la vía unilateral, pero sin hacer bandera de ello tras el fracaso del 'procés'. Se mantendrá, eso sí, el apoyo sin ambages a una consulta. Tampoco habrá grandes novedades en cuanto a los liderazgos. Otegi ya ha confirmado que se presentará a la reelección como coordinador general. La celebración del congreso de la formación podría coincidir en el tiempo con la repetición del 'caso Bateragune' en la Audiencia Nacional.
EH Bildu, y en especial Sortu, han sabido contener las voces críticas internas que ven un alejamiento demasiado acelerado de las tesis más ortodoxas. Los disidentes de la izquierda abertzale, aglutinados en torno al Movimiento pro Amnistía, siguen sin construir un proyecto político definido y sin atraer a más presos de la banda que a la media docena que se desvinculó hace ya años.
El día 19, el secretario de Organización y el portavoz de EA declararán como investigados tras una denuncia de los críticos
Acabar diluida
Pero aunque en general tiene el viento a favor, EH Bildu también sufre sus propios bandazos. El principal obstáculo tiene que ver con el proceso de refundación que se dio en 2017, cuando se aprobó una nueva fórmula en la que los partidos que integran la coalición irían perdiendo cuotas de poder a cambio de que EH Bildu empezase a tener su propia estructura. Incluso sus militantes, los bilkides.
La idea generó profundos recelos en uno de los partidos fundadores de la coalición: Eusko Alkartasuna, que desde entonces vive fracturado. La crisis ha llegado a tal punto que el día 19, el portavoz del partido y el secretario de Organización, Mariano Álava e Iker Ruiz de Eguino, tendrán que declarar como investigados (imputados) por un delito de falsedad documental. La denuncia tiene su origen en el proceso que se abrió en 2019 tras la dimisión de Pello Urizar. Como secretaria general fue elegida Eba Blanco, pero los críticos, que cuentan con un fuerte peso territorial y el apoyo simbólico de Carlos Garaikoetxea, no reconocen su victoria.
Ese sector insiste en que hay que celebrar un congreso, que aclare liderazgos y estrategia. Su mayor temor, insisten, es que EA acabe diluida dentro de una coalición. Recuerdan que mientras el tercer partido en liza, Alternatiba, ha logrado un gran protagonismo gracias a Oskar Matute, ellos pasan desapercibidos. La respuesta del sector oficial es que solo se mueven por intereses personales.
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